"Me sentí como en casa"

Manu, capitán del CD Lugo, se despide del equipo y de la afición en esta carta cargada de sentimientos
Manu, capitán del Lugo, celebra el ascenso en Cádiz
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CUANDO LLEGUÉ al Club Deportivo Lugo hace 10 años, no podía imaginar todo lo que iba a vivir en el club y en la ciudad. Desde el primer momento me sentí como en casa, uno más dentro del club, del equipo, lleno de humildes profesionales y veteranos que ayudaban a los más jóvenes que como yo, nos íbamos incorporando.

Los años fueron pasando, cada año lo íbamos haciendo mejor, y no me cabe ninguna duda al señalar cuál fue la clave del éxito durante esos años: la unión (éramos un familia). Éramos un grupo en armonía, tanto dentro como fuera del campo. El mayor de los logros es seguir conservando amigos de esos años, con los que sigo compartiendo andanzas por los terrenos de juego, y también momentos especiales de nuestra vida personal.

En mi recuerdo queda cualquier minuto que he pasado en el club y en la ciudad porque 10 años dan para mucho, pero siempre tendrá un lugar especial el ascenso logrado en Cádiz.  Sin duda un momento emotivo e inolvidable compartido con la familia, los amigos y los aficionados que nos apoyaban tanto allí como en la plaza de Aguas Férreas.


Me voy con la cabeza alta y la conciencia tranquila, sabiendo que durante los 10 años que defendí esta camiseta y este escudo


Gracias a la afición por el cariño que me ha brindado a lo largo de estos 10 años, tanto en los buenos momentos como en los más amargos, que el fútbol también los tiene. Es ahí, donde de verdad he conocido el apoyo de la hinchada rojiblanca.

Me gustaría agradecer de una manera especial, al artífice de mi llegada al CD Lugo: Carlos Mouriz. Un excelente profesional, entregado en su forma de trabajar y agradecido en el trato personal. Él, más que nadie, quería que fuera futbolista. En este apartado tampoco me quiero olvidar del presidente José Bouso, entregado en cuerpo y alma al club. A todos los entrenadores que he tenido en el CD Lugo: Fonsi Valverde, Luis Milla, José Durán, Luis César y especialmente a Quique Setién, quién depositó en mí su confianza incluso cuando yo titubeaba. A todos los cuerpos técnicos que tuve, cuerpos médicos, fisios y utilleros.

Me voy con la cabeza alta y la conciencia tranquila, sabiendo que durante los 10 años que defendí esta camiseta y este escudo, he dado lo mejor de mí en cada entrenamiento, en cada partido. Es la única forma en la que concibo el fútbol: trabajo, constancia, sacrificio y entrega. Durante estos meses se ha hablado mucho, y se han dicho y escrito muchas cosas que no se corresponden con la verdad. A veces es mejor preguntarle a las dos partes, no sólo a una, para después poder informar bien y no decir mentiras. No quiero darle más vueltas porque es mi despedida.

Los que de verdad me conocen saben cómo soy. Mi camino y el del CD Lugo se separan, pero pesan más todos los buenos años que uno amargo, por eso, deseo al Lugo lo mejor, por su afición, por la gente que trabaja en el club, por todos esos compañeros que estuvieron conmigo en el día a día estos años, a los "Pocheros" (ellos saben quienes son) son únicos, pero especialmente a Carlos Pita, que ha sido mi compañero de habitación, mi confidente y sobre todo un amigo que me llevaré para siempre. Con la ilusión de cuando era un niño, me voy para seguir luchando por este maravilloso sueño llamado "Fútbol". Nos vemos pronto, vuestro capi.

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