La preocupación por el futuro del fútbol no se centra solo en el presente. A las dudas sobre si la competición se podrá reanudar antes del verano, los clubes suman un horizonte complejo en relación a sus cuentas. La opción, cada vez más cercana, de disputar la Liga a puerta cerrada al menos hasta 2021, junto con una más que probable recesión económica obligará a los equipos, entre ellos el Lugo, a ajustar sus balances contables y reducir lo más posible sus gastos.
El propio presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, admitió la alta probabilidad de jugar sin público hasta el mes de diciembre, lo que tendrá efectos directos en el "mercado de fichajes" e incluso en los "límites salariales de los jugadores". "Hay muchos clubes que parte de su presupuesto se basa en la venta de jugadores y ese mercado también va a caer", expresó Tebas en días pasados.
En caso de que el Lugo se mantenga en Segunda División estaría en una posición favorable en su opción de ajustar su economía a una más que probable merma de sus ingresos -en patrocinios prevé este curso ingresos por 1.029.000 euros y por abonos 559.000 euros-, ya que no contaría con demasiados contratos largos que renegociar para ajustarse a un escenario de un descenso en el límite salarial.
El club rojiblanco contaría con solo 11 contratos vigentes para la próxima campaña, con lo que se podría manejar con cierto margen de ajuste en el mercado de cara a la próxima campaña.
Hasta 15 futbolistas del actual plantel acaban su relación con el conjunto del Ángel Carro, lo que permitiría al Lugo firmar menos futbolistas o hacerlo con salarios más bajos que los actuales -la plantilla cuesta más de cuatro millones y medio de euros- para cumplir con un posible bajón de ingresos por abonados y patrocinios o incluso por la merma de los derechos de televisión.
Esa realidad sería más necesaria en caso de que no se pudiera jugar lo que resta de campaña, ya que el dinero de las televisiones sería menor que los seis millones que le corresponderían por esta campaña en condiciones normales.
Por esta razón, la LFP es partidaria de acabar el curso futbolístico como sea. "Las temporadas se van a terminar porque afecta mucho a los clubes", destacó Javier Tebas.
Si el amplio margen de maniobra para la próxima campaña es el aspecto positivo, el negativo estaría en el caso de que los jugadores no acepten prorrogar sus contratos hasta que acabe la presente Liga si esta se extiende más allá del 30 de junio. En esa situación el conjunto que dirige Curro Torres estaría en un grave problema, ya que apenas tendría futbolistas para luchar por la permanencia.
El ministro de Sanidad subrayó que las cosas serán diferentes a partir de ahora, por lo menos hasta que se encuentre una vacuna contra la Covid-19. "Es una nueva normalidad, las cosas no van a ser como antes. Tenemos que aprender, hasta que no aparezca una nueva vacuna, a convivir con ese virus que, insisto, es peligroso", aseveró.
Test con estrategia común
Illa indicó que en la realización de los test todo el mundo debe seguir una estrategia común, emplazó el retorno de las actividades deportivas profesionales a la evolución de la situación que provocó el coronavirus.