Un maestro en la montaña

El lucense Miguel Arias se proclamó campeón del Open de España de MTB en máster 40
Miguel Arias posa con su bicicleta de MTB en el parque Rosalía. XESÚS PONTE
photo_camera Miguel Arias posa con su bicicleta de MTB en el parque Rosalía.

El barro, el GPS y las ruedas de tacos casi como forma de vida. El ciclismo de montaña metido en vena desde hace tres décadas para codearse siempre con el éxito. El lucense Miguel Arias es un valor seguro en el podium del MTB español, una disciplina deportiva en la que ha cumplido una temporada casi perfecta, donde viene de proclamarse campeón del Open de España en la categoría de máster 40 y de ser subcampeón nacional en ese mismo grupo de edad.

Arias ya había conseguido un tercer lugar en el Open y dos bronces en el Campeonato de España. Resultados que mejoró esta campaña. De todas las competiciones en las que participó el de Lugo solo en tres se bajó del podium y un quinto puesto fue su peor actuación.

"Tuve una temporada muy lineal, siempre estuve en podiums. A nivel absoluto estoy en el puesto quince en el Nacional", declaró el ciclista del Extol Team de Lalín.

El Open se trata de siete pruebas –aunque pueden aumentar o disminuir cada año– en las que el que más puntos saque se subirá a lo más alto del cajón. Arias tomó la salida en Cambrills, Castellón, Cantabria, Astorga, Jerez de los Caballeros, Cazorla y Ávila. En esta última, celebrada el pasado fin de semana, le bastaba con ser decimotercero para proclamarse campeón. Fue quinto para asegurarse el título.

"Tuve dos caídas, una la semana pasada en Cazorla y otra este fin de semana en una bajada un poco técnica, por eso traté de asegurar el título del open y acabé quinto. No quise arriesgar para, a lo mejor, perder mucho más. Fui quinto y eso me llegó para ganar el título y arrebatárselo al que fue el campeón de España del año pasado , Juan Pedro Trujillo, quien acabó cuarto en el Open", relató Miguel Arias.

Junto con el éxito en el Nacional -donde acabó por detrás de Trujillo- y en el Open, sumó una victoria en la categoría absoluta en la Epic Race de Pontevedra, una prueba de navegación de 200 kilómetros.

"Fue la más dura de la temporada porque no es mi especialidad. Hay gente que lleva muy bien lo de navegar, pero yo no entreno eso. La navegación no es solo correr a todo lo que das, sino que tienes que ir pendiente de cruces y demás. Va con GPS. Te va marcando y cuando te pasas un cruce te avisa, pero tienes que saber leerlo bien y rápido para no perder tiempo con una equivocación. Hay que saber leerlo un pelín antes de un cruce para tomarlo bien. En mi caso podía dudar entre un cruce u otro, pero al final, por fuerza o por forma, acabé ganando la prueba con una ventaja bastante considerable".

Arias, que entrena sacando "huecos" cuando puede, prefiere correr ahora pruebas de maratón, aunque también brilló con luz propia en competiciones de rallye e incluso en el duatlón, donde ganó dos veces el Nacional.

El MTB por encima del duatlón
Miguel Arias siempre tuvo en sus piernas el correr en MTB, aunque el duatlón también formó parte de su vida diaria hasta hace cinco años. Las lesiones lo empujaron a participar solo en la bicicleta de montaña.

"El duatlón siempre lo combiné con el MTB. Estuve unos quince años corriendo duatlones con el Fluvial, tanto de carretera como de montaña. El duatlón lo dejé por lesiones, porque me dañaba bastante corriendo a pie. Por eso decidí dejarlo hace cinco años y hacer solo MTB", rememora Arias.

Lo que no ha probado ha sido el ciclismo de carretera a nivel competitivo. "Tengo corrido algunas carreras de carretera como entrenamiento, pero como corredor soy más individualista. No quiero que nadie trabaje para mi ni yo trabajar para otros. Siempre me gustó más el MTB, incluso el MTB te facilita el correr con profesionales. Si tienes el nivel y tienes puntos Uci puedes correr una Copa del Mundo, eso en carretera no lo puedes hacer", dice.

Padrino de la Escuela de MTB de Outeiro de Rei
La Escuela de MTB de Outeiro de Rei lleva el nombre de Miguel Arias, aunque el lucense no es directivo. "La Escuela de Outeiro de Rei lleva mi nombre. Yo soy el padrino y lleva mi nombre pero son ellos los que lo llevan todo".

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