1-0. El Lugo suma un triunfo de prestigio antes de Navidad

El golazo de Loureiro le permitió a los lucenses ganar a un candidato a Primera como el Granada ►La buena labor de la zaga, las paradas de Whalley y una dosis de fortuna permitieron dejar la puerta a cero
Miguel Loureiro celebra su gol ante el Granada. SEBAS SENANDE
photo_camera Miguel Loureiro celebra su gol ante el Granada. SEBAS SENANDE

Si hubiera que calificar al Lugo en su trayectoria en Segunda División quizás el término de imprevisible sería el que más se le ajustaría. Capaz de perder con rivales de su mismo pelaje como de ganar a los candidatos al ascenso. Capaz de sobrevivir con todo en contra que fallar con todo a favor, el conjunto rojiblanco logró otra de esas victorias que son parte de su ADN, de esas que nadie espera, de las que llegan después de la depresión de dos derrotas inesperadas. El 1-0 ante el Granada no solo son tres puntos que permiten a los de Fran Justo alcanzar los 21 puntos, sino que le da la moral perdida ante el Spórting y la Ponferradina para enganchar de nuevo a los rojiblancos en la pugna por la salvación.

Le valió con un golazo de Loureiro y una expulsión de Miguel Rubio, con tres paradas enormes de Whalley y un ejercicio defensivo para alcanzar la Navidad con la energía extra de una victoria de prestigio.

Vivirá las fiestas Vivirá las fiestas igualado con la permanencia —solo el golaverage lo mantiene en descenso—, con la esperanza de que los puntos sumados en casa sean el inicio de una racha que permita más tranquilidad.

Como si fuera la Ley de Murphy a la inversa o vivir en un universo paralelo donde todo lo que no le suele pasar al débil le sucede, el Lugo sobrevivió en el primer tiempo ante el Granada a base de defensa, contragolpe y un trallazo a la escuadra. También le sonrió la fortuna en forma de poste, de paradas de Whalley y errores de veteranos que pocas veces habían cometido.

Con el once esperado y habitual, Fran Justo diseñó un equipo para esperar en campo propio, para residir ordenado en su espacio, evitar el balón y jugar largo sobre Chris Ramos.

Chris Ramos disputa un balón. SEBAS SENANDE
Chris Ramos disputa un balón. SEBAS SENANDE

Con el Granada tratando de adaptarse al monopolio de la pelota y el Lugo cómodo en su territorio llegó el 1-0. Fue un golazo de Loureiro. De esos que se recuerdan durante años. Fue una ventaja fabricada por los dos laterales. Zé Ricardo tomó la izquierda, avanzó y, al llegar al línea de fondo metió un centro a la frontal del área. Allí empaló el cuero Loureiro. Raúl Fernández solo pudo recoger el cuero de la red.

La ventaja reafirmó al Lugo en que lo importante era defender. Aún se atrincheró más y su rival avanzó. Uzuni forzó una parada descomunal de Whalley y el rechace lo envió fuera Jorge Molina a puerta vacía. Poco después, un centro de Ricard lo empujó a la madera Xavi Torres en un mal despeje.

El Granada se quedó con diez por una doble amarilla al central nazarí Miguel Rubio

En medio de un ejercicio de supervivencia, el Lugo respiró al quedarse el Granada con diez por una falta de Rubio a Chris Ramos que le valió la segunda amarilla.

La segunda mitad fue un ejercicio de orden y supervivencia, de evitar encajar por todos los medios, de buscar algún pequeño milagro en forma de contragolpe que hiciera buena la superioridad numérica.

Porque el Lugo no sacó partido de tener un futbolista más. No quiso el balón, aunque fuera para defender con la posesión. No tuvo la ambición de solucionar el duelo con una ventaja mayor. Deseó conservar su botín como el tesoro que era y puso todo su empeño para ello, aunque fuera a costa de renunciar a lo demás.

Las amarillas de Zé Ricardo y Señé les impedirán estar en Butarque ante el Leganés

Lo hicieron bien los pupilos de Fran Justo. Redujeron los espacios, controlaron los costados, impidieron que se generaran espacios por dentro y obligaron a los nazaríes a sobar la pelota sin profundidad, un ejercicio que habría firmado el mismísimo Luis Enrique en el Mundial de Catar.

Pasaron los minutos en medio de una guerra fría. Atrincherados unos, demasiado inocentes los otros. Mientras, los puntos se quedaban en casa.

El Lugo amagó con un par de llegadas y un cabezazo de Alberto en un córner. Apareció al final Whalley para ser el héroe acostumbrado. Una mano y un pie en sendos disparos de Perea. Dos paradas que valieron dos puntos para marcharse de vacaciones reenganchados a la pelea.

FICHA TÉCNICA
1-Lugo: Whalley, Loureiro, Xavi Torres, Alberto R., Zé Ricardo, Clavería, El Hacen, Carbó, m.79, Señé, Sebas Moyano, Lebedenko, m.79, Cuéllar, Baena, m.73, Chris Ramos, M. Barreiro, m.89.

0-Granada: Raúl Fernández, Ricard, Bryan, m.78, Miguel Rubio, Víctor Díaz, Carlos Neva, Petrovic, Cabaco, m.46, Meseguer, Soro, m.90, Melendo, Quini, m.78, Callejón, Molina, Perea, m.46, Uzuni.

Gol: 1-0, m.13: Loureiro.

Árbitro: Saúl Ais Reig (colegio). Expulsó a Rubio por doble amarilla (m.40). Amonestó a Cuéllar, Zé Ricardo, Señé y El Hacen por el Lugo y a Petrovic, Melendo y Víctor Díaz por el Granada.

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ángel Carro. 2522 espectadores.

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