El Ángel Carro dejará a un lado la fiesta de la Copa para centrarse de nuevo en la Liga. Son dos realidades muy diferentes. En una todo ha sido fiesta y felicidad, con la música alegre y desenfadada de sumar una victoria y buenas sensaciones en Albacete junto al triunfo en el último instante ante el Alcorcón. En la otra, el sonido se asemeja más a la voz áspera y aguardentosa de un Tom Waits. En la competición liguera el Lugo ha vivido entre tinieblas, donde en contadas ocasiones la luz ha entrado para iluminar una sala más bien sombría. Este domingo (16.00 horas) ante el Nástic tiene la ocasión de que los aficionados se sientan más tendentes a la euforia que a la depresión, acaben de fiesta y no con el susto metido en el cuerpo.
Porque el conjunto de Tarragona parece un rival propicio para que las malas sensaciones -principalmente en lo ofensivo- de los últimos duelos sean cosa del pasado. Imponerse a los catalanes le ofrecerá una tranquilidad doble. La primera, la de reencontrarse con el triunfo después de tres semanas sin ganar y hacerse con la tercera victoria de la campaña. La segunda la de dejar muy atrás a un rival directo por la permanencia y subir puestos en la tabla y evitar seguir cerca del descenso.
Los tarraconenses mantienen un estado de debilidad general que supera lo meramente futbolístico. Los problemas derivados de su mala campaña -están en zona de descenso- han trasladado su crisis del césped a los despachos. La tensión por los malos resultados que ha cosechado el equipo -suma cuatro partidos sin ganar- supusieron la reprimenda del consejo de administración a un vestuario instalado en la depresión. Los problemas crecen en Tarragona y solo los tres puntos aliviarían un mal momento deportivo e institucional.
Una derrota ante el Lugo colocará al entrenador del Nástic, José Antonio Gordillo, en la picota y su puesto correría serio peligro. No ganar en el Ángel Carro podría precipitar la destitución de Gordillo, que tan solo consiguió un triunfo en las nueve primeras jornadas de Liga.
El Lugo quiere ganar y convencer, para lo que debe mejorar su juego ofensivo
Tampoco marchan las cosas como se esperaban en Lugo, donde la irregularidad dejó partidos brillantes como los triunfos ante el Numancia (3-2) y ante el Zaragoza en La Romareda (0-2) con duelos más grises, como las derrotas ante el Oviedo (0-2), Elche (2-1) o incluso el empate ante el Tenerife, meritorio en cuanto a la suma de un punto pero árido en cuanto al juego, donde apenas se crearon opciones de gol.
Esa será la asignatura pendiente del Lugo. Mejorado en cuanto a la defensa -tres goles encajados en los últimos cuatro partidos de Liga-, sólido a la hora de no conceder ocasiones en contra, su juego ofensivo quedó reducido a poco más que algunos contragolpes con Lazo como protagonista.
Generar un juego ofensivo sostenido y profundo, con el balón de su lado y útil en terreno rival será la búsqueda de este domingo ante el Nástic. Crear un plan de juego que permita que el fútbol de ataque rojiblanco sea igual de vistoso que efectivo será otro de los objetivos del técnico Javi López, que perseguirá los tres puntos para acercarse al modelo de la Copa y alejarse de los últimos partidos de la Liga.
JUAN CARLOS O VARO. Los problemas de rodilla de Juan Carlos podrían darle la alternativa a Varo en la portería. Esa será la duda principal del entrenador del Lugo, Javi López, en el once titular de este domingo.
El guardameta hasta ahora titular no se vistió en el entrenamiento del pasado viernes y el propio Javi López admitió problemas en la articulación.
Si el meta alcarreño está al cien por cien saldrá bajo palos. Si no está a tope, será Varo el que esté en su sitio. El arquero catalán cuajó un gran partido ante el Alcorcón en Copa, siendo el gran salvador del Lugo y dejando vivo a su equipo para que Escriche marcara en el último minuto.
También podría haber novedades en la zaga. Con Campabadal seguro en el carril derecho y con Kravets casi fijo en el izquierdo, los problemas físicos de Josete podrían dar una posibilidad a Bernardo en el centro de la defensa. Vieira, básico en los últimos partidos, podría repetir en el once.
Por delante, parece claro que los más descansados estarán de inicio, como son los casos de Pita y Seoane en la medular, con Iriome y Lazo en los costados y Cristian Herrera y Dongou arriba, aunque el gol de Escriche podría darle una oportunidad.
Por su parte, el Nástic viaja sin César Arzo e Iván López, lesionados de larga duración, ni con Ramiro Guerra, que sigue con su plan de recuperación.
Gordillo tendrá problemas para configurar un once en el que podría volver a utilizar a Sebas Coris como lateral derecho y a Roger Bruguer, "Brugui", como extremo izquierdo. La defensa la completarán Djetei y Cadamuro o Albentosa en el eje central y Abraham, en el lateral izquierdo.
El centro del campo será para Fali y Javi Márquez, acompañando a Tete Morente y al ya mencionado Brugui. En la delantera Gordillo deberá contar con Ike Uche y Manu del Moral, ya que Luis Suárez se pierde el encuentro por sanción.
