Aprovechar el viento de espalda para coger velocidad y alejarse de la zona baja. Aprovechar el empuje anímico que dan las victorias para impulsar aún más la moral, la confianza y el juego con un triunfo en un terreno inexplorado para las victorias visitantes. Tomar el 2-1 ante el Córdoba como referencia en Navarra para hacer lo que nadie ha hecho en Segunda División esta campaña y asaltar este domingo (16.00 horas) El Sadar.
Sería una hazaña ganar al Osasuna a domicilio para un Lugo que quiere crecer más allá del marcador. Sería un golpe moral fundamental en las primeras rampas de la montaña de partidos exigentes que asoman en el horizonte. Imponerse ante un candidato al ascenso —que suma cinco victorias y solo dos empates con el público de su lado— catapultaría al grupo que dirige Alberto Monteagudo hacia una zona más tranquila que la actual y aportaría resultados al cambio operado desde la llegada del técnico manchego al Ángel Carro.
Con el técnico de Valdegangas sentado en la banda rojiblanca, el Lugo ha modificado su juego. Si bien era más perceptible en los primeros encuentros —con el bloque alto más adelantado, la presión en campo ajeno para forzar robos en zonas peligrosas y la variedad de dibujos como señas de identidad—, ante el Albacete y la segunda mitad frente al Córdoba se diluyó en un paso atrás sobre el césped.
Seguir con su identidad de juego será una de las claves para ganar ante el Osasuna
Quiere retornar a esa buena imagen de los encuentros ante el Levante (en la Copa) y el Reus. Pero también quiere sumar puntos como medida principal para escapar de una situación que, a pesar de estar aliviada por el triunfo la semana pasada, sigue siendo preocupante por la cercanía de la zona de descenso.
Aunar juego y r
esultado es el nirvana de los entrenadores. Que se cumpla su plan de juego a la perfección y se obtenga el premio del triunfo es ganar el cielo en noventa minutos para cualquier equipo. El Lugo buscará encontrar su paraíso en Pamplona y superar a un equipo sólido, capaz de jugar con velocidad, combinar el pase y el juego en largo y aprovechar la calidad de su ataque, con Roberto Torres como impulsor y Rubén García, Kike Barja y Juan Villar como finalizadores.
DE NUEVO SIN PITA. Buscará ganar el Lugo sin su gran referente, sin el jugador del que parte todo su juego ofensivo y que supone el empuje moral. El brazalete rojiblanco, Carlos Pita, no se recuperó de las molestias musculares que lleva arrastrando desde hace varias semanas y Alberto Monteagudo tendrá que volver a confiar en la pareja formada por Seoane y Ramón Azeez como eje de su juego.
Por detrás de los dos mediocentros formará la misma defensa que se impuso al Córdoba, con la única duda del recuperado Vasyl Kravets o de Luis Ruiz en el costado izquierdo. Josete y Vieira seguirán siendo los ‘capos’ de la defensa, con Campabadal como carrilero diestro.
Por delante, Iriome y Lazo estarían pegados a la cal para dar profundidad al juego lucense, mientras existe la duda de si mantendrá el 4-4-2 con Cristian Herrera y Escriche arriba o si apuesta por un 4-2-3-1 con Campillo como mediapunta y Herrera como única referencia goleadora en Pamplona ante Osasuna.
