El caso de Gerard Valentín, que dejó el Lugo por el Huesca en este reciente mercado de invierno, no es el único ejemplo de un jugador que ha militado en dos equipos que miden sus estados de forma este domingo en El Alcoraz. El extremo derecho catalán reforzó al equipo de Xisco Muñoz en uno de los traspasos más sorprendentes de la categoría, sobre todo por la importancia que había ganado Valentín en un equipo como el Club Deportivo Lugo, donde era pieza indispensable en el esquema de Rubén Albés.
Sin embargo, es el último ejemplo de una lista de futbolistas que conocen los estadios de dos equipos que hoy son rivales directos en la clasificación de Segunda División. El primero de ellos, por simbólico y porque todavía milita en la plantilla lucense, es el de Iriome González, que jugó cedido por el Tenerife en el equipo oscense en la temporada 2009 y acabó en las filas del CD Lugo cinco años después procedente del Mirandés.
El siguiente en la lista es el ourensano David Ferreiro, que recaló en el cuadro rojiblanco en el verano de 2014 y, dos años después, salió en dirección a El Alcoraz una vez finalizó el contrato que le vinculaba con el equipo lucense.
Otro caso es el del central Ignasi Miquel, que fichó por el Club Deportivo Lugo en el verano de 2016, donde jugó una temporada antes de iniciar una trayectoria que le llevó a varios equipos hasta que en 2021 fichó por la SD Huesca, donde también participó una sola temporada.
Dani Escriche es otro de los ejemplos que jugadores que conocen el Ángel Carro y El Alcoraz. El futbolista formado en la cantera rojiblanca se incorporó al Huesca en 2016, pero el cuadro oscense le permitió jugar el curso 2018-19 cedido en el Lugo.
Antes de Gerard Valentín, el último caso había sido el de Jaime Seoane, mediocentro que dejó buen sabor de boca en la media temporada que jugó cedido en Lugo (2020) por el propio Huesca, que le recuperó gracias a sus buenas actuaciones y le convirtió en un jugador clave en Segunda.
