El Lugo cada vez más nítido

Rubén Albés comienza a crear un conjunto reconocible desde la defensa de tres centrales, la salida limpia de la pelota y las llegadas por las dos bandas del campo en el plano ofensivo
Rubén Albés en el banquillo del Lugo ante el Compostela en San Lázaro. FERNANDO BLANCO (EL CORREO GALLEGO)
photo_camera Rubén Albés en el banquillo del Lugo ante el Compostela en San Lázaro. FERNANDO BLANCO (EL CORREO GALLEGO)

El Lugo de Rubén Albés ya toma forma para el debut en la temporada 2021-2022. Su silueta es cada vez más nítida tras los cuatro amistosos disputados hasta el momento y se intuye un sistema predilecto y un once perfilado para acudir al Carlos Tartiere el 15 de agosto.

El duelo inicial ante el Oviedo marca la preparación del técnico vigués. El trabajo táctico en Pol se puso en práctica con éxito en los duelos estivales en un equipo que comienza a carburar desde un dibujo con tres defensas, dos carrileros largos, dos centrocampistas, extremos con desborde y centros laterales y un delantero boya.

Aunque Albés empleó también otros planteamientos, el más usado por el olívico fue el que se iniciaba desde atrás, con un mediocentro –Xavi Torres o Carlos Pita– incrustado entre otros dos centrales –han formado Alberto Rodríguez y Vesprini, aunque es posible que ganen enteros en los próximos compromisos diego Alende y Javi Ros para romper la primera línea de presión rival y efectuar una salida limpia.

En los costados se sitúan dos carrileros de amplio recorrido. En ese esquema encaja a la perfección Eduard Campabadal, cuya vocación ofensiva ya le ha granjeado dos goles en su haber. Lebedenko, más ofensivo, y Canella, más contenido, formarán en la izquierda.

En la medular Juanpe será el que maneje el equipo y se incorpore desde la segunda línea. En esa función creativa también se puede incorporar Hugo Rama. Ese mediocentro generador de fútbol tendrá un escudero al lado. Ahí surgen los nombres de Seoane o Borja Domínguez como salvaguardas del círculo central.

Gerard Valentín, en la derecha, y David Mayoral, en la izquierda, han mostrado buenas maneras jugando por fuera y coordinándose con los laterales avanzados para no crear atascos en los costados. En la segunda parte del duelo ante el Compostela se observó una buena compenetración entre todos los jugadores de banda y los dos acabaron con una asistencia de gol.

Arriba, en ese pico de la pirámide que es el Lugo de Albés, se sitúa un punta que aglutine el balón en largo, que cree espacios, que sepa descargar hacia los lados y que pueda rematar los pases llegados desde las bandas.

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