El Lugo quiere volver a llenar el cargador de proyectiles para ir eliminando rivales en la carrera por no cerrar la temporada. Con la permanencia casi en el bolsillo, el conjunto rojiblanco busca no quedarse fuera de la batalla por la zona noble. Con una de sus últimas balas en el tambor de su revólver, el equipo dirigido por Franciso Rodríguez buscará este domingo (16.00 horas) ganar a un rival, el Oviedo, que se encuentra en su misma situación en la Liga: a un palmo de seguir en la pelea o de acabar en el limbo.
Los dos equipos están a medio camino de una promoción de ascenso que tiene diferente significado en función de si su interpretación es lucense o asturiana. Mientras para los rojiblancos meterse en el play off sería el premio gordo a una temporada notable, para los carbayones es una obligación por masa social, presupuesto e historia.
Sin la presión en su cogote, el Lugo cuenta con la energía que le ha dado su trayectoria en casa en los últimos duelos. Dos victorias y un empate en los últimos tres encuentros en el Ángel Carro avalan a un equipo que se aferra a su papel como local para crecer en la tabla.
Porque tener de su lado al público ha sido el asidero lucense. Pero si ha encarrilado resultados y sensaciones al lado del Miño, fuera de casa ha hincado la rodilla con merecimiento las últimas cuatro ocasiones que salió de Lugo.
Sin embargo, este domingo no jugará en La Romareda, el Heliodoro Rodríguez López, El Árcángel o en Nou Estadi de Tarragona. Lo hará en casa, donde la mejora es evidente a pesar de la entidad del rival que se avecina.
El Oviedo cuenta con un potencial acorde a su nombre. Con jugadores como Saúl Berjón, Toché o Aarón Ñíguez en su ofensiva, el cuadro de Anquela tratará de sacar partido a la experiencia del técnico andaluz y a su esquema de cinco defensas.
Con dos carrileros largos para atacar por los costados y la calidad de la parte de arriba, el conjunto asturiano buscará el robo y la salida, junto con la estrategia, como medidas para hacer daño a los pupilos de Francisco Rodríguez.
Vigilar estas acciones y tener la paciencia y la fluidez en el último tramo para encontrar el espacio libre será clave para el Lugo.
También tendrá que luchar contra el ambiente de la afición oventese que competirá con la rojiblanca por animar a sus equipos. Con 2.000 seguidores carbayones en las gradas, el club lucense pedirá un esfuerzo extra a los suyos para que su garra se contagie en el tramo final.
CHULI O CRISTIAN ARRIBA. La baja de Mario Barco supondrá un quebradero de cabeza para Francisco, ya que es su punta más útil para el juego directo. Sin ese arma de su lado, el técnico almeriense tendrá que optar por Manuel Jesús Vázquez Florido "Chuli" o por Cristian Herrera en la posición de ariete.
Por detrás, con Campillo en la mediapunta, Iriome, Fede Vico o Jaime Romero se jugarán los dos puestos en las alas para surtir de balones al ariete elegido. Pita y Seoane parecen mantenerse en la medular para llevar la manija del equipo.
Por detrás Leuko cuenta con las opciones principales para repetir en la banda derecha, mientras que Kravets y Luis Ruiz optan al carril izquierdo. Bernardo Cruz y Josete Malagón serán de partida en el centro de la zaga, con alguna posibilidad para Luis Muñoz como zaguero diestro. En la portería seguirá Juan Carlos para tratar de ser un cerrojo como hace quince días ante el Valladolid.
