Las normas de la competición establecen que el triunfo de un equipo en Segunda División conlleva un premio de tres puntos que sumar en la tabla clasificatoria. Sin embargo, en ocasiones, una victoria conlleva un valor mayor, un aporte en intangibles como la confianza propia y la duda en el rival o un plus de esfuerzo en el entrenamiento diario. El duelo de este domingo (18.00 horas) ante un rival directo como el Extremadura puede tener ese aporte extra, el de los puntos que suma uno y no el contrario junto con la certificación en el marcador que el equipo marcha por un camino sólido para alcanzar el objetivo de la permanencia.
Para el Lugo, imponerse al cuadro de Almendralejo supondrá dar una buena continuidad a las cuatro jornadas sin perder. Será la evidencia de que su trayectoria es correcta y que el juego solvente realizado ante equipos candidatos al ascenso como el Deportivo, el Spórting o el Las Palmas no fueron algo coyuntural sino estructural.
La llegada de Alberto Monteagudo parece haber surtido efecto en un equipo crepuscular con Javi López. La reacción ha sido al paso adecuado, con la construcción de un fútbol sobre los pilares necesarios, siempre en relación con las virtudes del equipo. Sin el gol necesario para jugar con el ataque como principal arma, el preparador manchego optó por ordenar al equipo, dotarlo de la seguridad atrás precisa para poder puntuar con naturalidad.
En la parte de arriba, la expulsión de Dongou y el mal momento de Jona, dejan a Cristian Herrera y a Dani Escriche como los delanteros de inicio
También se ha fortalecido con el sufrimiento de partidos en inferioridad, como ante el Almería y el Deportivo a domicilio. Encuentros a cara de perro, con uno y hasta dos jugadores menos en los que se acabó por empatar.
Ese impulso mental parece haber solidificado a un equipo que ha dejado a un lado la debilidad para convertirse en un paradigma de la competitividad.
No obstante, todavía no ha sido capaz de enlazar una buena racha de victorias que lo eleven en la tabla y lo alejen de una zona de peligro todavía cercana.
Salir de los puestos bajos es el gran objetivo. Dejar de compartir espacio con equipos como el Extremadura es el gran reto a corto plazo para vivir una segunda vuelta tranquila. Para ello debe imponerse en duelos como el de este domingo y dar un paso adelante.
Tanto el lateral catalán como Luis Ruiz arrastran molestias, aunque deberían ser de la partida junto a Josete
BAJAS EN DEFENSA. El Lugo afrontará el partido ante el conjunto de Almendralejo sin apenas suplentes para el cuarteto titular en defensa. Con José Carlos sancionado, Bernardo en el Granada y Kravets de camino hacia Leganés y baja por acumulación, solo contará con Borja San Emeterio como alternativa a Campabadal o Vieira. Tanto el lateral catalán como Luis Ruiz arrastran molestias, aunque deberían ser de la partida junto a Josete. En caso de alguna ausencia, Monteagudo tirará del filial.
También falta por sanción Fernando Seoane en la medular. Ahí estará Carlos Pita junto a Ramón Azeez para controlar el centro del campo del Lugo. Por delante formarán Iriome en la derecha, mientras que Lazo, Juan Muñiz y Campillo optarán a acompañar al tinerfeño como segunda línea.
En la parte de arriba, la expulsión de Dongou y el mal momento de Jona -en la rampa de salida para salir en este mercado de enero- dejan a Cristian Herrera y a Dani Escriche como los delanteros de inicio.
