Jaime Capellá Bouza, preparador físico del equipo de baloncesto Liaoning Flying, de la ciudad de Shenyang, lleva tres años de éxito en China. Su club se acaba de proclamar campeón de Liga por segundo año consecutivo y en la temporada 2020-21 quedó subcampeón. Ahora pasa unos días en su Sarria natal, a la espera de negociar una oferta de renovación.
Capellá Bouza, que desde 2016 y hasta el verano de 2020 ejerció idéntica labor en el Breogán, llegó al Liaoning Flying gracias a las buenas referencias dadas por Chus Mateo, actual entrenador del Real Madrid y que estuvo en el país asiático, y Juan Trapero, preparador físico del club blanco. "El mercado del baloncesto chino es complicado. Necesitas el apoyo de personas que crean en tu trabajo y te avalen. Ellos me pusieron en contacto con un agente chino que habla español y que llevó allí a entrenadores y jugadores de aquí", explica el sarriano.
Su adaptación inicial no resultó fácil. China estaba cerrado por la pandemia y contaba con serias restricciones. "Solo se podía entrar con visado de trabajo y pasé un mes de cuarentena, aislado. El resto de la temporada jugamos en modo burbuja en una ciudad en la que se alojaban veinte equipos, repartidos en dos hoteles. Únicamente salías para entrenar y jugar los partidos sin público, algo que perjudicó económicamente a los clubes", cuenta. La vida le cambió cuando se abrieron las restricciones las pasadas Navidades.
El Liaoning Flying es uno de los equipos con mayor potencial del torneo. En 2021 perdió la final liguera, disputada a tres partidos, para imponerse el año pasado con una final a siete y este año, de forma contundente al Zhejiang Golden Bulls por 4-0. "En la campaña 21-22 arrasamos en la Liga regular y vencimos en la final. Este año terminamos terceros y teníamos el factor cancha en contra en la final ante el campeón, pero llegamos con el equipo en muy buena forma y sin lesionados. El Zhejiang estaba más cansado y se notó en los partidos decisivos", dice.
El sarriano, único preparador físico español con dos entorchados de la Chinese Basketball Association, destaca la dureza de la competición. "Se juegan partidos de 48 minutos y viajes de larga distancia, de tres y cuatro horas en avión. Cansa mucho", destaca. "También se entrena muy duro. Los equipos comienzan la pretemporada de cuatro meses, Comienzan al terminar la Liga y realizan sesiones de dos horas por la mañana y por la tarde. En plena competición se reduce la carga de trabajo por la sucesión de partidos y viajes. Puede parecer una barbaridad, pero ellos lo consideran adecuado. Priman la cantidad sobre la calidad. Tiene la cultura de que cuánto más duro se trabaje y más horas se hagan, mejor, y la aplican al deporte", dice.
La función de Jaime Capellá es "mantener a los jugadores muy fuertes para que no se lesionen. A la acumulación de partidos se suma un baloncesto muy físico, con permisividad arbitral, pese a aplicarse la normativa Fiba, para favorecer el espectáculo y los lanzamientos a canasta. Juegan a buscar el rebote, las contras y los triples", afirma, para añadir que el arbitraje "es un factor a mejorar. Tienen que formarse más".
Aunque Capellá trabaja acompañado de un intérprete, al que se dirige en inglés para que se lo traduzcan al chino, "siempre se pierden matices a la hora de comunicarse. El problema es menor en las dos horas de trabajo matutinas, cuando la plantilla trabaja o está en el gimnasio conmigo, ya que les acompaño en los ejercicios y los pongo imágenes". Por la tarde coordina el calentamiento previo al trabajo técnico y táctico.
Futuro
La percepción de Capellá es que el baloncesto chino "va a más". "Hay un mercado de 1.400 millones de habitantes y el deporte atrae a mucha gente. El fútbol ocupa el primer lugar, pero sufrió un bajón con la pandemia y se recortaron aquellas inversiones desmedidas. El baloncesto salió mejor parado del covid y crece en visibilidad e inversión", explica.
Las plantillas son amplias. El Liaoning Flying tiene 18 jugadores. El entrenador principal, Yang Ming, convoca a 15 cada partido y solo puede alinear un extranjero en pista."Los jugadores chinos, y nosotros tenemos tres internacionales con su país, marcan la diferencia, ya que cuando cambias un pívot foráneo por un base o un alero debes tener un nacional bueno que le de equilibrio al equipo", señala. Cada club contrata dos o tres foráneos según su capacidad económica. En el Lioaning Flying ficharon tres, pero por norma llevan solo dos a cada partido. Son Eric Morelang, que formó con los Toronto Raptors que ganaron el anillo en la NBA; Kyle Fogg, que militó en Unicaja en la 2015-16; y Jackar Sampson, que el año pasado jugó en la Virtus Bolonia de Scariolo, "Antes de la pandemia ponían dos foráneos en pista y aumentaba la calidad, ya que los extranjeros tienen nivel y vienen atraídos por salarios superiores a los de Europa. El primer año coincidí con O. J. Mayo, que fue número 3 del draft y estuvo en Memphis junto a Marc Gasol", comenta.
Otro puntos fuerte es la existencia de jugadores altos. "Nuestro pívot titular mide 2,17 y tenemos dos jóvenes de 2,15. Los aleros y escoltas suelen medir entre 1,80 y 1,85", concreta.
El respeto de la afición
Capellá baraja regresar a China. "No hablamos nada, pero allí acostumbran a no tocar nada cuando todo va bien. Lo normal es que me ofrezcan un nuevo contrato". El preparador destaca el respeto de los aficionados hacia cuerpo técnico y jugadores, así como su fidelidad. "Las fotos de todos cuelgan del techo del pabellón", cuenta. Junto a Yang Ming, entrenador principal, hay un ayudante chino y otro español. Se trata de Hugo López, que dirigió al Valladolid y fue ayudante en el Real Madrid. "Hace una gran aportación y a nivel personal me ayuda tenerle allí", dice. Capellá Bouza es licenciado en Actividad Física y Fisioterapeuta, "algo poco habitual, pero lo que facilita seguir la evolución de las lesiones y la readaptación del jugador". En China no puede ejercer la fisioterapia, algo que sí hizo en España.
Empresa
Capellá saca tiempo para atender a su empresa Assessport-Academy, que lleva con un socio que es preparador físico en Alemania, en la que dan clases online para preparadores físicos interesados en mejorar su metodología