Los filiales, mejor en las primeras jornadas

Pablo Álvarez trata de superar al jugador del Barça B Grimaldo. (Foto: Xesús Ponte)
photo_camera Pablo Álvarez trata de superar al jugador del Barça B Grimaldo. (Foto: Xesús Ponte)

Las dinámicas y las inercias tienen una correspondencia con el rendimiento de un grupo. Bajo el signo de la cohesión, la madurez y el entendimiento colectivo, un equipo incrementa su capacidad de competitividad en un Liga. La juventud, la ausencia de un trabajo sostenido y de un conocimiento mutuo disminuye esa fortaleza. Este axioma se multiplica en los conjuntos filiales. Inexpertos e imprevisibles, la irregularidad suele presidir sus comienzos en Liga en cuanto hay cambios profundos en sus proyectos.

La plantilla del CD Lugo se muestra unánime en la conveniencia de enfrentarse a los dos conjuntos filiales de la categoría de plata, Barcelona B y Castilla, en el inicio de la competición. Jugar ante estos equipos dentro de las diez primeras jornadas puede aportar más posibilidades de obtener un botín en los duelos ante los equipos B de los grandes del fútbol español.

«Lo bueno es que hemos podido coger al Barcelona B en las dos primera jornadas y es importante porque ellos no están con el ritmo necesario. Si los coges a mitad de temporada o en el tramo final serán más complicados seguro», destaca el delantero Sandaza.

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