No guarda el más mínimo rencor por su despido. Todo lo contrario. Fabri González, que reconoce que se ha emocionado con el cariño de la afición, se queda con los buenos momentos que ha vivido en el Granada, al que ve capacitado para conseguir la permanencia en Primera
Fabri vuelve a casa. Tras ser despedido el pasado domingo como técnico del Granada, el lucense Fabriciano González regresará en los próximos días a su Santa Comba natal después de haber vivido algunos de los mejores momentos de su vida deportiva aunque con un final inesperado. Después de ascender al equipo granadino en poco más de un año desde Segunda B a Primera fue injustamente relevado del cargo en el que dio muestras más que sobradas de su capacidad.
¿Como están los ánimos?
Muy bien, porque la afición se volcó totalmente conmigo. Me están haciendo sentir algo que no me podía imaginar en mi vida, independientemente del fútbol, a nivel de cariño, a nivel de todo.
¿Se esperaba un despido así, en un equipo recién ascendido, o es que el nivel de exigencia es muy alto en el Granada?
Siempre estuve convencido de que este equipo se podía salvar, incluso llegó a estar en el medio de la tabla. Es un equipo que no tiene que perder su identidad y que ha sido capaz de jugar en equipo, pero hay que ser consciente de que tiene sus limitaciones. Quizás está un poco condenado por la falta de gol. No es por hablar mal de los futbolistas -a lo mejor es cuestión de rachas-, pero es que entre los jugadores de banda y los de arriba la realidad es que llevan tres goles en casi veinte partidos de Liga, lo que es un déficit de gol importante.
El Granada jugó hace poco en el Bernabéu ante el líder Real Madrid. Pese a la derrota, dio una buena imagen.
Sí, sobre todo en la primera parte, porque fuimos capaces de empatar. Este equipo juega bien mientras no pierde la concentración. Creo que este año hemos jugado muy bien al fútbol tanto en el Bernabéu, como en Bilbao y en otros campos.
¿Pudo ser el club granadino donde más estabilidad tuvo y donde más disfrutó en su carrera deportiva, con dos ascensos seguidos, de Segunda B a Primera, en un año? Es algo que muy pocos pudieron disfrutar a lo largo de la historia, llegar de Segunda B a Primera en poco más de un año.
Exactamente, tengo que estar eternamente agradecido a Granada y a la afición, igual que ellos me lo están a mí. El hecho de llevar un equipo en sesenta partidos, incluida la Copa del Rey y los play off de ascenso, de Segunda B a Primera va a ser difícil de igualar. Creo que va ser un récord que va a quedar ahí y por eso el cariño de la gente y el reconocimiento.
¿Ha vivido en el Granada los momentos más felices de su vida deportiva y el final más triste?
El final no es triste, más bien todo lo contrario, porque uno se siente realizado. Estaba un poco en deuda, después de pelear mucho, pero a la larga el que pelea consigue alguna cosa.
¿Qué supone sentir tanto cariño lejos de casa y no poder vivir algo parecido en Galicia¿ ¿Le duele?
Yo creo que está todavía por llegar para mí algo así en Galicia, creo que el fútbol me lo debe, pero estoy contento y no me queda más remedio que aceptar lo que ha pasado. Tengo que reconocer que estos dos últimos días lloré, la gente me ha hecho llorar y emocionarme y lo reconozco públicamente, no me da vergüenza.
¿Puede ser este un nuevo espaldarazo para su carrera deportiva y elevar el caché?
No cabe duda. Aunque llevaba mucho tiempo trabajando incluso con equipos de arriba, como Cartagena, Elche y otros, lo de Granada es un paso importante.
¿Si apareciera en su camino un club de los considerados históricos que esté abajo aceptaría intentar algo parecido a lo de Granada?
Es muy bonito ascender equipos, sería importante levantar a algún equipo histórico, como Tenerife, Oviedo... e intentar llevarlos a Primera.
¿Cuál es su principal deseo en este momento?
Yo deseo que el Granada se quede en Primera, esa es mi gran ilusión por la afición, por la ciudad y por todo. Le deseo mucha suerte a Abel Resino, porque el Granada y la ciudad se lo merecen todo. Es inimaginable la ilusión que generó.
Deseo que el Granada se quede en Primera por la afición y por la ciudad. Le deseo mucha suerte a Abel Resino»
| EL FUTURO «Voy a descansar unos días; he vivido tiempos de muchas emociones, de estar al límite» |
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¿Qué es lo primero que hará? Principalmente, descansar unos días. He vivido tiempos de muchas emociones, de estar al límite en todas las circunstancias, con un play off, con meter al equipo arriba... por eso ahora es bueno dar unos paseos al lado del río Chamoso o del Miño, estar un poco con los amigos, la familia, mis padres y sentir un poco el calor de la tierra y recargar pilas. ¿Se va con alguna espina clavada? Yo no quiero cargar contra nadie, trato de ser siempre amable. Una de las dificultades es que se tardó en hacer el equipo, aunque el presidente lo intentó. Fue una pretemporada ficticia, muchos jugadores llegaron la última semana, alguno con la Liga empezada, por lo que empezamos con un déficit. Fue algo atípico. |
