Una llegada al ralentí

El Lugo suma ya más de cuatro meses sin un director deportivo tras la marcha de Carlos Pita, una incorporación que nunca antes había durado tanto y que el club considera determinante
Pita, Tino Saqués y Wagner Molina en la presentación de la dirección deportiva del Lugo. SEBAS SENANDE
photo_camera Pita, Tino Saqués y Wagner Molina en la presentación de la dirección deportiva del Lugo. SEBAS SENANDE

Ciento veinte días después de que Carlos Pita presentara su dimisión, el Lugo sigue sin contar con un director deportivo más allá de la interinidad que el secretario técnico, Wagner Molina, lleva ejerciendo desde aquel 31 de enero. Nunca antes había estado el Lugo sin una figura central en la confección de una plantilla de jugadores, una tardanza que llega en un mal momento, tras un descenso traumático para un club que precisará de un tiempo de aclimatación a la Primera RFEF

El presidente, Tino Saqués, dejó entrever en la rueda de prensa del pasado 12 de mayo que la contratación de un director deportivo era una cuestión crucial para que el proyecto del Lugo en la tercera categoría del fútbol español comenzara a rodar. Sin ese responsable, los posibles abordajes de la incorporación del entrenador, fichajes de jugadores o de las bajas de futbolistas de la actual plantilla quedaban con el freno de mano echado. Pero tres semanas más tarde, esta figura todavía no ha tomado posesión de su cargo.

Varias opciones que el club rojiblanco tanteó en el mercado –Carlos Lasheras o Manu Franco– tomaron dirección a otros equipos, con lo que el conjunto rojiblanco se encuentra todavía inmerso en una búsqueda que no ha concluido.

El conjunto rojiblanco, bajo la batuta de Saqués, tuvo en la segunda semana de junio su fecha tradicional de firma de directores deportivos. En esos días llegaron los anuncios oficiales de Toni Otero (18 de junio de 2015), Emilio de Dios (10 de junio de 2016), Emilio Viqueira (10 de junio de 2018), Mauro Pérez (9 de junio de 2021) y Carlos Pita (10 de junio de 2022). Jorge de Cózar fue el más tardío en llegar, ya que fue anunciado el 30 de junio de 2020.

Víctor Moreno llegó el 18 de abril de 2017 y el tándem formado por el propio Saqués y Manolo Mandiá un 8 de febrero.

En lo que sí está siendo tardío es en el recambio del último director deportivo. El periodo entre la salida oficial de un responsable de fichajes y la llegada de su sustituto no solía exceder de la semana.

Tan solo en dos ocasiones se había superado este tiempo. Primero fueron los 25 días entre Emilio de Dios (sale el 21 de febrero de 2017) y Víctor Moreno, quien llegó el 18 de abril. El otro periodo largo —99 días— tuvo lugar entre la marcha de Jorge de Cózar —apartado de su cargo el 2 de marzo de 2021— y la llegada de Mauro Pérez, el 9 de junio.

Sin embargo, el actual periodo, que suma ya 120 días, supera cualquier otro sin director deportivo, una figura que nunca ha durado más de una temporada en el Ángel Carro. El siguiente deberá construir un grupo de jugadores y cuerpo técnico que pelee por el retorno a la Segunda División con un presupuesto en torno a los tres millones de euros. Una misión para expertos.

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