La Libertadores se juega en el Ángel Carro

Hugo Rama y Brunet vivirán este miércoles de madrugada un Boca-River especial, en otro continente y con la camiseta en su piel
Hugo Rama y Brunet. SEBAS SENANDE
photo_camera Hugo Rama y Brunet. SEBAS SENANDE

La elección de un club de fútbol al que seguir no suele ser algo razonable o sesudo. Vestir unos colores -y hacerlo de por vida- no llega tras un análisis de los pros y los contras, de lo que aportará de positivo o el riesgo de alcanzar la infelicidad en el futuro. Hacerse de un equipo puede ser algo natural, inconsciente, estético, por proximidad geográfica o impuesto por la familia. Esa última variable fue decisiva en la elección de los jugadores del Lugo Hugo Rama y Juan Ignacio Brunet, que visten las camisetas de River Plate y Boca Juniors desde niños. Ambos vivirán esta madrugada (2.30 horas) la vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores, un Superclásico argentino especial, en otro continente y en el mismo vestuario.

"La mayoría de mi familia es argentina y ellos fueron los que me inculcaron el fútbol y mi pasión por River", recuerda Rama.

"Mi papá desde chiquito me dijo que tenía que ser hincha de Boca, que es el club más grande del fútbol argentino. Es una pasión y me siento identificado con esos colores", afirma Brunet, cuyos primos por parte de madre son de la Banda sangre. "Tenemos que ver los superclásicos separados porque somos muy calientes todos", declara.

Hugo Rama: "El día de la final del Bernabéu jugaba ante el Logroñés y, aunque quería jugar el partido, quería salir y ver el Clásico"

Los dos jugadores del Lugo tratan de seguir a los dos equipos desde España. "Puedes acabar viéndolo, pero el horario es complicado, al día siguiente te toca entrenar por la mañana...", dice Rama, quien no se perderá el Superclásico de este miércoles de madrugada. "Estos partidos siempre tratas de verlos, aunque sea, al día siguiente, te echas una buena siesta".

"Hay que ver los resúmenes al otro día, porque hay que levantarse a las siete y media de la mañana y los partidos son a las dos de la mañana. En ese sentido se complica mucho, pero uno trata de seguirlo lo mejor posible", manifiesta Brunet.

El compostelano es 'gallina' y el argentina es 'xeneize' por tradición familiar

Ni el centrocampista compostelano ni el mediocentro nacido en Maipú (Mendoza) vieron nunca un Boca-River en La Bombonera o el Monumental, aunque sí acudieron a ambos estadios.

"Nunca pude ver un Superclásico en Argentina. Siempre hubo clásicos cuando estuve en Buenos Aires, pero mi padre nunca me quiso llevar", indica el gallina. "Cuando estoy en Argentina siempre voy al Monumental, sea el partido que sea. Me coincidió en la Libertadores de 2015, que la jugó River y la vi la semifinal contra Asunción".

"A la Bombonera fui a ver un partido contra Vélez en el que ganamos 2-0 con gol de Martín Palermo, y jugaba también Riquelme, que era un espectáculo", declara el xeneize.

"Ver un partido en La Bombonera es de una intensidad impresionante. Cuando dicen que La Bombonera tiembla, que late, es verdad. Es una locura toda la gente saltando. Están enfermos de la cabeza todos pegados. Es una experiencia única. El que tiene la posibilidad de vivirla es un afortunado", manifiesta el mendocino.

FINAL EN EL BERNABÉU. Tanto el jugador gallego como el argentino no se quisieron perder el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores que se jugó el año pasado en el Bernabéu, en el que River Plate se impuso a Boca Júniors por 3-1 y que le dio el título en la final de las finales.

Aquel domingo 9 de diciembre de 2018 Hugo Rama y Juan Brunet jugaban con el Mirandés y el Polvorín respectivamente. Ambos tuvieron que salir rápido tras acabar el partido -ante el Logroñés en Anduva (1-0) el compostelano y contra el Céltiga en A Cheda (2-0) el mendocino- para ver el duelo más decisivo de la historia de sus equipos del alma.

Brunet: "Ver un partido en La Bombonera es de una intensidad impresionante. Cuando dicen que el estadio tiembla es verdad" 

"Jugaba aquel día a las cuatro de la tarde contra el Logroñés en Miranda y estaba nervioso porque quería jugar mi partido bien, pero tenía ganas de salir e ir a ver el Clásico", rememora Rama.

"Jugamos sobre las doce y luego nos subimos al coche derechos a Madrid. La Copa Libertadores es un ritual en Sudamérica y que se traslade a Madrid un Boca-River en una final es algo único. Me reía con mi padre porque le decía: si no vamos a ver la Libertadores allá ella viene para acá. Lamentablemente perdimos, pero fue una experiencia única", observó Brunet.

"Me fui con Matías Vesprini, jugador del filial, y con su padre y su hermano. Los cuatro nos fuimos para allá porque somos los cuatro enfermos de Boca. Del Bernabéu me fui llorando de la tristeza, de la locura y la tensión con la que se vive", recordó el de Maipú.

"Cinco horas para ver perder a Boca", le vacila Hugo Rama. "Al final nosotros tenemos seis Libertadores, está claro", responde Brunet, quien reveló que tras el partido tuvo que aguantar las bromas. "A mí cargaron, me mandaban mensajes de todos lados, me llamaban y tenía que agachar la cabeza y no podía decir nada".

"Me tendría que cortar una pierna para jugar en Boca"
Hugo Rama y Brunet coinciden en que el fútbol se vive de forma especial en Argentina, donde es una forma de vida.

"Aquí todo el mundo ve el Barcelona- Real Madrid, pero allá cada uno es de su equipo. Da igual que seas del peor de Argentina. Puedes ser de Talleres, de Old Boys o Temperley que vas a muerte con el», opina Rama. "Eso es lo que nos diferencia del resto de las hinchadas. La cultura futbolística de allá es diferente de la de acá. Cuando llegué aquí noté que las hinchadas son más frías. Vienen a ver un espectáculo, allá la gente se vuelve loca. Apenas pisa la tribuna se transforma", recalca Brunet.

Esa pasión es la que está presente cada día en su forma de vivir el fútbol. Por eso jamás firmarían un contrato con el máximo rival. Ni por cinco millones de euros al año. "No lo haría, tendría que cortarme la pierna y quiero tener las dos piernas", afirma Rama, que tiene un tatuaje en un gemelo. "Me quedaría sin familia, sin mis padres y hermanos, si firmara por River. Me tendría que ir a vivir con mi tía", afirma Brunet.

ONCES HISTÓRICOS. Los dos jugadores destacan a Bianchi y Marcelo Gallardo como los mejores técnicos, a Tévez y Riquelme y Francescoli como futbollistas históricos. Mientras Rama se muestra incapaz de elegir un once de River de todos los tiempos por temor a dejarse muchos talentos fuera, aunque revela que el Payaso Aimar es su ídolo, Brunet colocaría a: "Abbondanzieri, Ibarra, ‘Flaco’ Schiavi, ‘Patrón’ Bermúdez y Clemente Rodríguez. En mitad de la cancha, en un 4-3-3, pondría a Fernando Gago, Nahitán Nández y Mauro Zárate y arriba Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto y Carlitos Tévez". "¡Riquelme! ¡Se me quedó colgado!", exclama. "En el banquillo, para diez minutos", le dice guasón Hugo Rama.

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