De Dapo a Berahino, integración y África

Serge Leuko, un león de corazón indomable

El jugador del Lugo cedido en el Somozas creció en el mismo barrio que Eto'’o, quien lo reclutó para su Fundación y ayudó a su familia antes de su odisea por España
Serge Leuko, con una foto de Eto'o
photo_camera Serge Leuko, con una foto de Eto'o

El Káiser de Douala no se da jamás por vencido. No lo hizo cuando era niño y los guijarros dolían en la planta del pie sobre la tierra del humilde barrio de New Bell. No lo hace ahora, en Somozas, con la camiseta del Lugo ondeando en el horizonte. Las mismas calles que habían forjado el carácter de Samuel Eto’'o alumbraron a un lateral indomable hace 22 años, a un futbolista aferrado al esfuerzo, capaz de superar las adversidades con corazón, valor y cabeza. Serge Leuko recorrió un camino muy largo en poco más de dos décadas para llegar de Camerún al Ángel Carro.

El zaguero africano sueña con enfundarse la casaca lucense y demostrar que ya es una realidad. Desde que jugaba descalzo sobre el barro hasta que se calza sus Puma en el Manuel Candocia. Hasta que se vista la rojiblanca en Segunda División. Hasta que le llegue su turno con los ‘Leones indomables’ de Camerún.

"Me encantaría defender los colores de mi país, jugar alguna Copa de África o un Mundial", sueña Leuko, quien comenzó su carrera en el mismo barrio de Douala donde nació y se crió. Aquel donde lo hizo su ídolo, Samuel Eto'’o. "En mi barrio había un equipo que dirigía un chico del vecindario, que nos juntó a los jóvenes y fue haciendo una escuela de fútbol. Al principio nos juntábamos los amigos del barrio, lo pasábamos bien, pero luego ya fue apuntándonos en torneos en la ciudad y allí nos vio la Fundación Samuel Eto’o. Dos años después me fichó. A partir de ahí fue todo más serio", relata Serge Leuko.

La vinculación con el exjugador del Barcelona o el Inter de Milán va más allá que la de un simple icono. Leuko está en contacto con Eto’o, que lo aconsejó y ayudó al mantenimiento de su familia mientras vivió en Camerún y estuvo ligado a la Fundación Eto’'o.

"Siempre voy a decir cosas buenas de Samuel Eto'’o. Me ayudó a pagar la escuela de mis hermanos, mi escuela, mantuvo de alguna manera a mis padres, porque al ser jugador de la Fundación ayudaba a nuestras familias con un dinero importante. El trato personal, la ayuda que siempre tuvo conmigo, sus consejos... todo fue siempre bien. Hace tiempo que no hablo con él, pero el trato siempre fue maravilloso", narra Leuko.

Con la Fundación Eto’o jugó varios torneos en España hasta que ganó la Costa Blanca Cup de Benidorm con un combinado sub 16 donde era el capitán. Tenía 14 años y compartía estrellato con Fabrice Olinga, el jugador más joven en marcar en Primera División, con el Málaga ante el Celta en agosto de 2012.

El representante Javier Cordón lo vio en la localidad alicantina y se lo llevó al Mallorca. "Jugaba en la Fundación Samuel Eto’o y tenían muchos jugadores interesantes, pero me llamó la atención especialmente Leuko. Hablé con los responsables de la Fundación y meses después pude hacer las gestiones para traerlo a Mallorca», indica Cordón. "Leuko jugaba de central, era el capitán y llamaba la atención. Aparte de llevar el brazalete era un muro, muy fuerte. Era como es ahora pero en cadetes, era increíble", añade Javier Cordón.

PROBLEMAS EN MALLORCA. Pero la experiencia en Mallorca no fue la mejor para Leuko. Una normativa de la Fifa aprobada el mismo año que llegó a España impedía jugar a los menores de edad que no estaban en una situación regularizada en el país o residiesen lejos de sus padres lo dejó un año sin jugar.

Leuko militaba en el equipo balear del Penya Ciutadella y fue el entrenador de ese equipo el que lo mantuvo aquellos doce meses. Residió en casa del técnico, que le pagó todo lo que necesitó y le permitió crecer como persona.

"Nos quedamos ese año en casa del entrenador del equipo. Todos los gastos los cubrió él. Estuve un año yendo al colegio, estudiando, entrenando... fue un año en el que me formé como persona".

"Fue muy difícil ese año, pero tuve mucho apoyo de toda la gente del club. Al ser un club pequeño tuve mucho apoyo de todos, pero era difícil entrenar con los compañeros y no poder jugar con ellos el sábado o el domingo. Se jugaba contra el Barça, el Espanyol y otros clubes en División de Honor juvenil y mientras tus compañeros jugaban contra aquellos equipazos tú te quedabas fuera", recuerda.

Tras salir de Mallorca, Leuko firmó por el Torre Levante de Valencia, un equipo pequeño de la ciudad del Turia que le valió para fichar por el Valencia tras un gran año. En el club ‘ché’ jugó dos años en el equipo de División de Honor juvenil y otro en el filial. Leuko llegó a trabajar en entrenamientos con Unai Emery. "La experiencia en Valencia fue muy positiva. Emery me subió al primer equipo para entrenar. Me entrené algunos días con Miguel, Soldado, Silva, Mata, Banega... son cosas inolvidables. Se lo conté a todos en mi familia y amigos y fliparon, no se lo creían", dice Leuko.

Tras el Turia llegó al Miño. Aquí espera triunfar previo paso por el Somozas. "Paso a paso. Sin prisa", afirma. Su experiencia es un aval para un futbolista especial.

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