Las guerreras, un equipo que ya es leyenda

Burela FSF 2012-2013
El equipo del Burela FSF que se proclamó campeón de Liga y Copa (Foto: JOSÉ Mª ÁLVEZ)

JOZI, Patri, Maite, Peque, Lucía, Dolo, Danny, Lidia, Haydée, Lara, Paula y Silvia. Doce nombres grabados a fuego en la memoria colectiva de los aficionados del Burela FS. Las doce escribieron, junto a su entrenador, Javier Pardeiro y su preparador físico, Alfonso Mera, una de las páginas más hermosas de la historia del deporte lucense, convirtiéndose en el primer equipo de la provincia en conquistar un campeonato nacional a nivel de clubes.

Sus números y sus dos títulos, La Liga y la Copa de España, quedan ya para la historia, pero en el corazón de sus aficionados permanecerá su conmovedor desafío a uno de los mejores equipos de los últimos años, el Atlético de Madrid Navalcarnero, y la inquebrantable fe, con un punto de inconformismo, de cada jugadora para cuadrar un círculo de cinco años de trabajo fundidos en 80 minutos, el último partido de Liga y la final de Copa de España.

Permanecerá la seguridad de Jozi y Patri y la casta de Lucía; la progresión de Lidia y la pegada de Danny; la pelea constante de Maite y la enorme calidad de Peque; la seguridad de Dolo y Haydée, y la ilusión de las tres más jóvenes, Lara, Paula y Silvia, que también aportaron su granito de arena dentro y fuera de las canchas. Permanecerá, sobre todo, el incontenible brote de alegría que vivió un abarrotado pabellón Vista Alegre tras el 5-1 ante el Navalcarnero que suponía el primer título, todas las lágrimas, gritos y abrazos entre jugadoras, técnicos, directivos y aficionados. Permanecerá el champán descorchado por las más fieles seguidoras del equipo que ya consideraban como campeonas a las burelesas independientemente de lo que pasara en el duelo final.

La hazaña caló hondo entre los aficionados al fútbol sala en toda España y fueron miles las felicitaciones recibidas por las jugadoras, que pusieron el nombre de Burela y de Lugo en el mapa de los grandes campeones. Las redes sociales se convirtieron en un hervidero y toda Galicia se volcó con sus guerreras. El éxito alcanzado también sirvió como aliciente para todos aquellos equipos humildes que se dieron cuenta que llegar a la élite no es solo una cuestión de dinero, sino también de constancia y de trabajo bien hecho. Dentro de su modestia, o tal vez por ella, se convirtieron en un referente.

Mucha gente podría pensar que el agotador esfuerzo que supuso el mano a mano ante el Navalcarnero, librado desde el comienzo hasta el final de la Liga, le pasaría factura en la Copa de España, pero esa misma gente desconocía la pasta de la que estaba hecho el equipo. Lejos de acomodarse en las continuas celebraciones de su primer gran título, las guerreras se conjuraron una vez más. Quedaba el último esfuerzo colectivo de un grupo inigualable. Bilbao, la última parada.

El segundo título colmó todas las expectativas. Tras dejar en la cuneta al Soto del Real y al Orvina, el Burela FS se encontró otra vez con el Atlético en la gran final del torneo. Las madrileñas acudían rabiosas, deseosas de revancha, pero la temporada 2012-13 solo pertenecía a doce nombres. Y lo volvieron a hacer. Jozi, Patri, Maite, Peque, Lucía, Dolo, Danny, Lidia, Haydée, Lara, Paula y Silvia firmaron una final asombrosa y superaron el 5-1 de la Liga con un 6-1 que puso el fútbol sala femenino nacional a sus pies.

Con el final de la temporada llegó también el momento de las despedidas. El club decidió dar un giro y apostó por un cambio de entrenador, con Quico Otero como relevo de Pardeiro. También se marcharon Danny, Haydée, Lucía y Dolo, llevándose consigo un pedazo de la historia del club. Volvió Claudia y llegó alguna nueva jugadora, pero el núcleo campeón sigue llevando la batuta. Los objetivos siguen siendo ambiciosos y el Atlético se perfila otra vez como el rival a batir, pero eso forma parte ya de otra historia.

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