La precariedad obligada por la falta de infraestructuras y recursos económicos es un peso que el Lugo ha sorteado hasta ahora con imaginación, adaptación y esfuerzo para alcanzar la cifra de 30 puntos en la primera vuelta. La cifra es casi milagrosa para un equipo que debe desplazarse miles de kilómetros en autocar o que estudia detenidamente el parte meteorológico para ver qué superficie de entrenamiento puede utilizar.
La escasez de medios con los que debe trabajar el grupo puede pasar factura físicamente en una categoría tan exigente como la actual Segunda División. El técnico rojiblanco, Quique Setién, ha venido avisando de la necesidad de contar con más recursos para competir en igualdad de condiciones.
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