La pequeña historia de un grupo de amigos

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Compañerismo en las aulas y en los terrenos de juego. Ésta es la historia del Salesianos, un equipo formado por veintiún compañeros de clase que llevan juntos desde prebenjamines y que en la primera vez que compiten en fútbol alevín, se han hecho con el título del grupo Sur B dos jornadas antes de que finalizara la competición.

Es un conjunto atípico. A diferencia de otros equipos en los que existen pruebas de selección, el Salesianos ha llegado a lo más alto desde una actividad extraescolar a la que una veintena de chavales decicieron apuntarse hace tres años. El deporte elegido en aquel momento fue el fútbol sala, pero las ganas de progresar de este grupo de jugadores ha conseguido que este año, por primera vez, compitieran en la Liga de fútbol alevín y demostraran que tras treinta y seis meses juntos, cualquier reto es posible.

Los artífices de todo esto, además de los jugadores, han sido Ricardo Huertas y Manuel López, los dos entrenadores que tras tres años formándolos, han convertido al Salesianos en flamantes campeones de su grupo, con nueve victorias, un empate y tan solo una derrota en las once jornadas disputadas.

Un título que para ellos es una anécdota. «No era el objetivo», señala Ricardo. «Es un equipo formado por compañeros de clase, en el que intentamos que participen todos y se formen como jugadores». La longitud de la plantilla permite hacer convocatorias diferentes todas las semanas, pero lejos de ser un problema, ayuda a la progresión del equipo. «También compiten en la Liga de fútbol sala, por lo que cada fin de semana vamos cambiando ambas convocatorias y los resultados están siendo excelentes». Compaginar fútbol con fútbol sala es otra de las claves del equipo. «Aprenden muy rápido, y tácticamente son un conjunto excelente», indica Ricardo.

Estrellas menudas

Aunque para Jacobo Costolla es el primer año en el equipo, su adaptación ha sido inmejorable. Alterna el Salesianos de fútbol con el Azkar de fútbol sala, deporte en el que además, pertenece a la Selección gallega. «Hemos tenido la regularidad necesaria para ser campeones», asevera Jacobo. Su altísimo rendimiento tiene una clave, la constancia y el trabajo. «Entreno todos los días menos el martes».

Lucas sí lleva en el equipo desde sus inicios y destaca que esto supone una ventaja en los terrenos de juego. «Tenemos mucha confianza entre nosotros y nos entendemos a la perfección». Sobre la Copa, Lucas se muestra confiado. «Si entrenamos con intensidad, tendremos posibilidades».

El reto está ahí. Sería el colofón perfecto para unos alumnos del balón que están haciendo una temporada sencillamente impecable.

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