La visita del Barcelona B al Pazo dos Deportes de Lugo, viernes a las 20.45 horas, se presenta como una ocasión propicia para que el Cafés Candelas Breogán se reponga de las dos derrotas consecutivas. Aunque, obviamente, todos los encuentros tienen un punto de complicación, un aspirante al título de liga no puede fallar en propia cancha ante un rival que juega por defender su puesto en esta competición.
El Barcelona B es el decimoquinto clasificado con nueve triunfos, solo uno más que el Iberostar Palma que ocupa la penúltima posición y por lo tanto una de las posiciones que llevan al descenso de categoría.
El conjunto azulgrana, como corresponde a un filial, es un equipo con calidad pero también muy bisoño, una inexperiencia que se vio agravada en primer lugar por la lesión de Mar García, escolta que la pasada temporada jugó en calidad de cedido en el Betis siendo repescado por el club azulgrana para jugar esta temporada a caballo entre el primer equipo y el filial. García se lesionó en un hombro el pasado mes de noviembre lo que le obligó a pasar por el quirófano. Todavía no volvió a las canchas -ya entrena aunque todavía fuera del grupo- y con el filial, por lo tanto, solo pudo jugar tres partidos en lo que va de temporada.
Sin su principal referencia ofensiva, los de Alfred Julbe también acusaron el creciente protagonismo del alero letón Rodions Kurucs con el primer equipo. Kurucs solo disputó nueve encuentros con el Barcelona B, el último en la pasada jornada en la que el filial derrotó al Huesca, en un partido fundamental para la permanencia, por tres puntos de diferencia (88-85). Antes de este partido Kurucs había estado ausente en los siete anteriores y no se descarta que pueda viajar a Lugo.
Sin estos dos jugadores llamados a tener inicialmente un alto protagonismo en el conjunto filial, Julbe tuvo que dar un mayor responsabiliad a jugadores aún en plena fase de formación. El estadounidense Denton Koon, con 25 años, y el ucraniano Volodymyr Herun, con 24 años, son sus jugadores más veteranos. El resto están entre los 18 años de Sergi Martínez y los 21 del alero Nedim Dedovic.
Como todos los equipos jóvenes, el Barcelona B es muy imprevisible. Alterna buenas actuaciones con otros encuentros donde su rendimiento baja muchos enteros. Indudablemente cuando juegan con comodidad pueden ser un equipo temible, sin embargo, les cuesta mucho jugar y hasta igualar al rival cuando el partido entra en una fase de cierta intensidad o dureza.
El filial del Barcelona es el tercer equipo de la liga que más puntos recibe y también el tercero que menos faltas comete, en una demostración de su falta de contundencia en el trabajo defensivo.
Su aspecto más destacado como equipo está en el rebote, faceta en la que, tras el Tau Castelló, es el mejor equipo de la liga con una media de 34,5 capturas por encuentro. El pívotr senegalés Atoumane Diagné, con 200 capturas, Volodymyr Herun, con 180, y el joven Sergi Martínez con 127 son sus jugadores más destacados en este apartado.
La solidez defensiva compensa en parte los problemas ofensivos de los de Alfred Julbe. El Barcelona B juega con mucho ritmo, de hecho lleva casi el mismo número de tiros de campo que el Breogán (1676 los azulgrana por 1684 los de Lezkano), pero sus porcentajes son bastante pobres. Son el equipo con peor porcentaje en tiros de campo, un 42,2 %, y también en los tiros de dos puntos con un 47,7%.
Herun es su máximo anotador con 349 puntos, seguido de Aleix Font con 337 y Nedim Dedovic con 247. Estos dos últimos son los mejores triplistas del equipo.
