No dejarse ir, conservar adeptos para la próxima temporada y sumar puntos para evitar un final como el de las últimas campañas. Un Lugo sin objetivos recibe este domingo (17.00 horas) al Athlétic de Bilbao B, ya en Segunda B, con el aliciente de no dejar de competir, limpiar la mala imagen de la primera hora de juego en El Toralín y descontar días para el final de una campaña en la que puede batir el récord de los 56 puntos, plusmarca rojiblanca en la categoría de plata del fútbol español.
Los pupilos de José Durán vaciaron su cargador en Ponferrada. La derrota (2-1) ante la Ponferradina dejó sin opciones de entrar entre los seis primeros al Lugo. Con la salvación en el bote desde hace un buen tiempo, el grupo tendrá que volver a recuperar alicientes, sacar a relucir su ambición e impedir que la inercia tome el rumbo de una temporada finiquitada.
El factor local tendrá su incidencia para impulsar el ánimo y el juego rojiblanco, atrancado en los últimos duelos. El calor del Ángel Carro, su apoyo, el ánimo y la ilusión de ver un partido que concluya con un triunfo convincente será el viento que lleve al barco lucense a buen puerto en una travesía ya de puro placer.
Porque si el Lugo no se juega gran cosa, tampoco lo hará su rival, ya en Segunda B después de su empate la semana pasada en Bilbao contra el Osasuna.
Parece un buen rival el filial del Athlétic para que los hombres de José Durán retornen al terreno de las victorias, un espacio que no pisan desde hace tres semanas, cuando se imponían al Mallorca (2-1) con un tanto de Fernando Seoane en el descuento.
Los vizcaínos son colistas y no consiguen un resultado a favor desde el 4 de abril, cuando se imponían por sorpresa en San Mamés por 2-1. Pero de aquel marcador hace ya seis jornadas, donde apenas han sumado dos puntos de 18 posibles.
Mientras, el Lugo muestra unos números fiables en los últimos tiempos en su propio feudo -solo ha cedido un empate y una derrota en cuatro partidos-, el Athlétic de Bilbao B lleva tres derrotas consecutivas a domicilio, donde solo ha logrado ocho puntos de 57 posibles.
Para evitar que sume en el Ángel Carro, José Durán tiene a toda la plantilla a su disposición salvo a Carlos Hernández, sancionado con un partido.
El preparador lucense anunció que podría haber rotaciones al tener que economizar esfuerzos en una semana donde el Lugo disputará tres encuentros.
Sin embargo, parece más probable que los grandes cambios tengan lugar en Soria el miércoles (20.30 horas) ante el Numancia que hoy frente al filial bilbaíno.
José Durán confirmó que Roberto continuará bajo palos en los partidos que restan, por lo que José Juan esperará su turno la próxima campaña, en la que seguirá en el equipo de la ciudad amurallada.
En la defensa el principal quebradero de cabeza de Durán será encontrar un sustituto para el sancionado Carlos Hernández. Cendrós e Israel Puerto se rifarán su puesto para acompañar a Lemos, Dealbert y Manu.
En el centro del campo Seoane y Pita podrían repetir, mientras que David López podría empezar de inicio ante su exequipo para completar una medular en la que Campillo y Sergio Marcos son los otros futbolistas con opciones.
Arriba, Joselu parece fijo ante los problemas físicos de Pablo Caballero. Los costados pueden ser para Iriome en la derecha y Pereira o Ferreiro, que completó un buen partido en El Toralín, en la izquierda.
Igor Matínez, que juega ante su anterior equipo, podría tener también alguna posibilidad de jugar como titular. De no hacerlo es posible que pueda ocupar un sitio en el banquillo de suplentes.
