El lucense Antón Ferreiro se proclama campeón de España júnior de wushu

A sus 16 años, sueña con competir en un campeonato del mundo 
Antón Ferreiro muestra sus medallas.  XESÚS PONTE
photo_camera Antón Ferreiro muestra sus medallas. XESÚS PONTE

"Claro que me encantaría dedicarme a este deporte, pero no creo que sea posible porque en España no goza de tanta popularidad y monetización como el fútbol, por ejemplo, pero no me disgusta, porque la Policía Nacional o el Ejército de Tierra son profesiones que me atraen y me parecen muy nobles". Así habla el lucense Antón Ferreiro, campeón de España júnior de wushu en la cita que se celebró en Madrid el pasado fin de semana.

Ferreiro, de tan solo 16 años, es una bestia competitiva. Acudía al campeonato consciente de sus opciones dentro de la categoría peso medio (hasta 75 kilogramos) pero al haber solo dos participantes de su mismo peso, "nos juntaron con los de dos categorías por encima, de 75 a 80 kilos y de 80 a 85 kilos". El hecho de competir contra deportistas físicamente superiores no fue un obstáculo, porque como él mismo reconoce, "los superé a todos".

Y lo hizo arrasando a cada uno de los tres rivales. Primero se enfrentó al campeón autonómico de Castilla-La Mancha, de 82 kilos. "Me sacaba nueve kilos y tuve respeto porque sabía que lo de tirarle al suelo no funcionaría". Pero Ferreiro contó con un as debajo de la manga. El campeón de España de Sanda, Fran Sobradelo, ejerció de coach del lucense y midió todos sus pasos durante los combates. "Me aconsejó que no le agarrase, y que si lo hacía intentase técnicas de palanca. Y como hago estiramientos media hora todas las noches, también me dijo que mantuviera distancia y le lanzara patadas a la cabeza. Y funcionó".

El siguiente combate fue más sencillo. "No era muy bueno y no me tuve que esforzar". Además, Ferreiro acordó un código con Sobradelo, que le giraba la mano si veía que todo iba bien. "Cada vez que le miraba de reojo lo hacía, así que estuve tranquilo".

"La edad para mí no es problema. He luchado contra gente de 25 o 28 años" 

Ya en la final, Ferreiro se enfrentó al campeón de Madrid, que antes del enfrentamiento le reconoció que estaba a punto de cumplir 18 años. "Pero la edad para mí no es problema. He luchado contra gente de 25 o 28 años". 

En cuanto al peso, Ferreiro hizo valer su medio kilo más en un combate que tuvo que decidirse en el tercer asalto. Todo dependió de un último movimiento tras sacar a su rival del tatami una primera vez. "Con una segunda me daban el asalto por ganado y aproveché un tiempo que dedicó a quejarse  para hablar con Sobradelo". La táctica ganadora fue determinante. "Fran me dijo que me destapara el pecho para que me dejara dar una patada. En cuanto me la tira, le cojo la pierna y lo lanzo fuera del tatami, súper lejos. Ya no quiso continuar", reconoce el lucense.

Su fabuloso torneo acabó con una medalla de oro en diferentes categorías (de 70 a 75 kilos y de 75 a 80) y con una magnífica experiencia que no olvidará. "Me invitaron a varios torneos, incluido uno de judo en Valencia. Es un deporte que me interesa porque una buena técnica de proyección y agarre te puede dar ese aire que tanto necesitas en los combates".

Además de Ferreiro, otros deportistas del Club Olympuss cumplieron un buen papel en el campeonato. Son los casos de Adrián Maside, que logró la medalla de bronce en quingda sénior (menos de 65 kilos); Laura Álvarez, plata en formas libres de sable y bronce en mano vacía; e Higinio Rodríguez, subcampeón de quingda sénior (menos de 70 kilos).

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