Ónega y Gerardo Criado, historia viva de A Chaira

Exjugadores, exentrenadores y expresidentes de Castro y Vilalbés, respectivamente, saben mejor que nadie lo que rodea a un derbi como el del domingo
José Ónega y Gerardo Criado posan con las camisetas del Castro y del Vilalbés
photo_camera José Ónega y Gerardo Criado posan con las camisetas del Castro y del Vilalbés

Nadie como ellos conoce todo lo que rodea a un derbi como el que jugarán este domingo (12.00 horas) el Castro y el Rácing Vilalbés en el Nuevo Municipal de Castro de Ribeiras de Lea. Gerardo Criado fue entrenador, jugador y presidente del Vilalbés y lo mismo puede decirse de José Ónega en el CD Castro. Deportivamente, ambos tienen muy claro qué aspecto puede ser clave para hacerse con la victoria.

"En la Tercera División ya hay una gran preparación de los partidos y el equipo que se adelanta en el marcador tiene buena ventaja, creo que tiene muchas posibilidades de no perder", señala Gerardo Criado, mientras que José Ónega apostilla. "El Castro no debe tener prisas ante un rival más experimentado. Dentro de un partido siempre hay oportunidades", señala.

Gerardo Criado, como defensa, y José Ónega, como mediocentro, apenas tuvieron la ocasión de cruzarse en un terreno de juego, pero sí que recuerdan esos duelos, aunque escasos en número, en el pasado entre ambos conjuntos. "El fútbol cambió mucho, antes era mas físico y directo. Derbis como tal tuvimos muy pocos porque el Castro estaba en Primera Regional y el Vilalbés estaba en Preferente", dice José Ónega, y es que donde más coincidían eran en eliminatorias de Copa.

El escenario del partido del domingo será el Nuevo Municipal de Castro y los dos protagonistas admiten que se ha mejorado, con los años, en los que a terrenos de juego se refiere pero en aquellos tiempos no estaba nada mal. "El campo del Castro siempre estaba en buenas condiciones y el estadio Roca era un campo emblemático y en perfectas condiciones", asegura Gerardo Criado.

Criado y Ónega son conscientes de que los tiempos han cambiado y reflexionan sobre el impacto de la multiplicación de equipos y las televisiones sobre el fútbol aficionado actual. "Ojalá que una parte de ese reparto televisivo llegase al fútbol aficionado", admite Gerardo Criado, en tanto que José Ónega va más allá. "En aquellos tiempos había menos equipos y mucha menos televisión. Ahora también los más pequeños juegan en los equipos y no puede atender a todo", apunta.

En un fútbol actual donde nada ni nadie puede escaparse a las comparaciones, Gerardo Criado y José Ónega tienen tiempo para piropear las características y valores que convirtieron al otro como un símbolo en su club. "En casi todos los equipos había jugadores físicos y fuertes a balón parado, Ónega era uno de ellos", señala un Gerardo Criado, al que le devuelven el piropo. "Gerardo Criado era alguien que daba todo lo que tenía, un futbolista muy voluntarioso y que siempre se ofrecía a los compañeros". Ahora uno y otro esperan ansiosos a que pasen las horas y llegue un derbi lleno de sentimentalismos, porque el fútbol es capaz de detener el tiempo.

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