José Juan: "El Lugo es el equipo donde más rendimiento he dado"

Se despide del cuadro rojiblanco tras cinco campañas "que pasaron muy rápido"
José Juan, en el Ángel Carro
photo_camera José Juan, en el Ángel Carro

Un lustro bajo palos acompañado de toda una ciudad. Cinco años de trabajo incesante, de competir contra compañeros de prestigio para convertir cada partido en un ejercicio de magia, con las alas de un profesional que construyó el cariño del Ángel Carro a base de trabajo y humildad. José Juan dirá adiós al Lugo el 30 de junio. El club rojiblanco decidió no renovar el contrato del meta vigués. «Mi ilusión era continuar pero son cosas que pasan en el fútbol», valoró el de Castrelos, siempre correcto.

Cinco temporadas «de rebote» que se inauguraron tras la renuncia del naronés Diego Rivas en agosto de 2012. «Son cosas que pasan en el fútbol. Diego decidió irse en aquel momento al Elche al final de verano. Llegué de rebote y pasé cinco años muy bonitos en Lugo. Estoy muy agradecido de haber vivido lo que viví aquí», consideró José Juan. «Vine con mucha ilusión y al final me quedé cinco años y se pasaron muy rápido», añadió el olívico.

«Tuve muchas épocas en mi carrera, como en Murcia, donde estuve muy bien. Pero en Lugo es donde he estado más a gusto, donde tuve más estabilidad. Aquí hubo todos los condimentos para estar fenomenal. Aquí es donde más rendimiento he dado».

Quizás le habría gustado un final distinto para su adiós, pero lo acata con elegancia, sin complicar las cosas, como algo «del fútbol». Su profesionalidad lo hizo resistir estos meses, ya que desde diciembre sabía que no seguiría como rojiblanco. «Siempre son duros estos meses porque sabes que no vas a continuar, pero siempre seguí trabajando a tope. Ahí queda mi trabajo para el futuro».

No lo tuvo nunca fácil José Juan. Compitió primero con Yoel, ahora en el Éibar, después con Dani Mallo y acabó con Roberto. Los tres metas de prestigio. A los tres acabó por ganarles la partida. «Los tres porteros que tuve, tanto Yoel, Dani Mallo o Roberto han sido grandes compañeros que han generado una competencia muy sana. Me quedaría con todos, porque los tres son grandísimos profesionales».

La clave para imponerse sobre el césped es «el trabajo diario», su gasolina para convertirse en el santo del Ángel Carro.

«Algunos porteros con la edad somos mejores que hace diez años. Puede ser que te cuides más, que tengas más experiencia, sabes cómo manejarte dentro de los tres palos, dentro del área, que lees mejor los partidos... Se mete todo esto en una coctelera y sale un mejor portero», admite.

José Juan le dedica un pensamiento especial a Roberto Valeiro, con quien convivió demasiados entrenamientos. «Nos conocemos mucho, casi no tenemos que hablarnos porque llevamos mucho trabajando juntos. Me ayudó muchísimo a pulir defectos. Es un gran entrenador de porteros».

También con los cuatro entrenadores que ha tenido -Quique Setién, Luis Milla, José Durán y Luis César Sampedro-. Se queda con Setién «por el fútbol que hicimos», aunque todos «me han dado mucha caña para mejorar en todos los aspectos».

El arquero vigués elige a cuatro compañeros por encima del resto. «Me quedo con David de Coz, con Pita, Seo y Manu. Hicimos una piña nosotros cuatro, hicimos una gran amistad y un gran recuerdo». Destaca todos los vestuarios, los califica como «muy buenos», algo que no rompió ni el carácter transgresor y ambicioso de Sandaza.

Pero por encima de todo, José Juan elige a la afición como la niña de sus ojos en Lugo. Adorado por la grada, el cariño siempre fue mutuo. «Al final te quedas con lo más importante y eso son las personas. Me quedo con el partido del Levante, en el que el público se levantó a aplaudirme y me entregaron una placa en el Fondo Norte. Se me puso la piel de gallina. Aquí en Lugo se queda un trozo de mi corazón».

Ahora buscará un poco de suerte y de que la memoria de la Segunda División lo mantenga en un equipo de plata. «Quiero seguir en el fútbol. Es mi pasión», puntualiza.

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