Iriome González o la inspiración para el grupo

El canario es el gran estilete del Lugo, un jugador franquicia que piensa en el colectivo
Iriome celebra el gol que marcó ante el Las Palmas.
photo_camera Iriome celebra el gol que marcó ante el Las Palmas.

De puntillas hacia el brillo de un jugador diferencial. El tránsito desde un papel inicialmente secundario hasta ser una de las referencias de la Liga de Segunda División. Iriome González se calzó las botas de siete leguas para dar un salto de calidad esta campaña. Su ascendencia sobre el fútbol del Lugo supera la frialdad de las cifras, que lo colocan como el máximo goleador del equipo, con cinco tantos, y uno de los principales asistentes, con cuatro. Su juego permite crecer al colectivo. Le da la fortaleza necesaria para aumentar el rendimiento de sus compañeros en una sinergia compartida para superar los retos impuestos desde el banquillo, ocupado por Quique Setién.

Iriome no es solo desborde y velocidad por la derecha. No es solo pegarse a la línea de cal y meter el centro a la zona de peligro. No es solo un entendimiento perfecto con su lateral para generar superioridades en banda. Es también generación de espacios, apoyos en corto, ayudas en defensa y trabajo en la presión. Un futbolista que ha crecido en el Lugo con la mente en el colectivo por encima de su brillo personal.

«En el tema de las cifras, siempre pensé que son importantes, obviamente, pero sin la gente que tengo detrás sería imposible alcanzar los números de esta temporada. Es un dato individual, pero que tiene relación con el colectivo. Si estuviese solo en el campo no lo hubiese conseguido. Yo siempre daré prioridad al tema colectivo sobre mi rendimiento personal», afirmó ayer Iriome.

El jugador admite que pasa por uno de sus mejores momentos de su carrera, aunque huye del protagonismo justamente alcanzado por su trabajo sobre el verde. «Esta temporada lo estoy teniendo todo de cara. Me he sentido muy cómodo desde el primer día. Deportivamente estoy mejor que la temporada pasada y estoy contento. No me paro a pensar si soy el jugador franquicia ni mucho menos, porque hay gente que es más importante que yo», comentó.

La fuerza del colectivo le permite mejorar cada día y que su fútbol se siga en cada secretaría técnica de Segunda. «Cuando un equipo está bien es más fácil que un jugador destaque. Por eso lo prioritario es que el grupo esté lo mejor posible, porque cuanto mejor nos vaya como colectivo mejor nos irá también», reconoció.

Cuando el tinerfeño aterrizó el pasado julio en Lugo no había planificado en su visión más optimista que la adaptación al sistema de Setién fuese tan positiva. «No pensé que me adaptaría tan bien. También empecé cabizbajo por el tema del hombro y porque empecé de suplente. Creí que me iba a costar mucho más. Siempre confié en el juego de Ferreiro y en pretemporada lo veía difícil», dijo.

Su mentalidad lo lleva a dar prioridad siempre al compañero. Pocas veces ha optado por el egoísmo del punta, su carácter le lleva a dar la asistencia antes de rematar la jugada. «Siempre pensé más en cifras de asistencias que de goles», admite Iriome, quien añade no saber si prefiere «asistir a marcar». «Lo que yo quiero es que marquemos sin importar el que lo haga. Es bonito meter un gol, eso es innegable», reconoció.

SEGUIRÁ EN LUGO.

Al jugador le queda un año más de contrato, por lo que no duda en afirmar que seguirá la próxima campaña. «Me queda un año más de contrato. Intentaré acabar lo mejor posible y luego, como tengo otra temporada más ya tengo esa tranquilidad de seguir tanto el club como yo», dijo Iriome.

El jugador confía además en que el Lugo acabe lo más arriba posible en la clasificación. «Estamos bien, tenemos la suerte de nuestro lado y tenemos que aprovecharlo para crecer».

«Los últimos resultados nos dieron tranquilidad para seguir trabajando y creer en lo que estamos haciendo, sobre todo después de una racha negativa», afirmó.

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