Intensidad asegurada

El Cafés Candelas Breogán buscará este miércoles ante el Palma su undécima victoria consecutiva después de hacer valer ante el Barça B una de sus armas: el alto ritmo durante los 40 minutos

Fuzaro y Stainbrook luchan por el balón con dos jugadores del Barcelona b. ÁREA11
photo_camera Fuzaro y Stainbrook luchan por el balón con dos jugadores del Barcelona b. ÁREA11

LUGO. El Cafés Candelas Breogán sigue invicto después de diez jornadas de competición. El equipo lucense, a pesar no realizar un buen encuentro, se impuso a domicilio al Barcelona B en un encuentro que, a priori, presentaba ciertas dificultades, al margen de la calidad del rival. Por un lado, los de Lezkano afrontaban el encuentro con dos ausencias significativas como la de Johan Löfberg y la de Emir Sulejmanovic, ambos convocados con sus respectivas selecciones, y además el equipo lucense debía evitar las secuelas de un triunfo meritorio como el conseguido la jornada anterior ante el Manresa y que en ocasiones se traduce en cierta relajación.

Aunque los breoganistas no empezaron el partido con la misma intensidad y contundencia defensiva de otros partidos -lo que contribuyó a que los jóvenes azulgranas se crecieran y creyeran en sus opciones-, después supieron reconducir la situación y sentenciar en unos buenos minutos finales.

Ganar sin jugar bien. Es otra de las características de los líderes sólidos y el Breogán lo está consiguiendo, como hizo en Barcelona o en Palencia. Y en esto, además de las dosis de confianza que siempre otorgan los triunfos, está siendo fundamental el alto nivel de intensidad que los lucenses realizan prácticamente durante los cuarenta minutos y en el que tiene mucho que ver el hecho de que las rotaciones no afectan al ritmo del equipo, y en ocasiones incluso se incrementa con las apariciones de la gente que empieza desde el banquillo. Y este ritmo constante es muy complicado de seguir para la mayoría de los rivales que además, en cuanto reducen su capacidad de resistencia, se ven superados con claridad.

Y estas constantes son las que el Cafés Candelas Breogán debe mantener para afrontar el encuentro de mañana (20.45 horas, Pazo dos Deportes de Lugo) ante el Iberostar Palma. El conjunto balear llega a Lugo después de superar una crisis de resultados, ya que perdió cinco encuentros de forma consecutiva entre la cuarta y la octava jornada, con los triunfos logrados en los dos últimos encuentros disputados, en la cancha del Araberri (85-88) y ante su público frente al Huesca (68-60), lo que les permitió salir de las últimas posiciones de la tabla.

El Iberostar Palma, que fue un muy incómodo rival del Breogán en la pasada temporada en el primer play off de ascenso, fue de los equipos más inquietos en el mercado de verano. Xavi Sastre, que sigue siendo el máximo responsable técnico del club balear, mantuvo en la plantilla a cuatro jugadores básicos: Carlos Biviá, máximo anotador y mejor triplista del equipo, Roger Fornás, Ben Mockford y Javier Medori. La plantilla la completó con un ala-pívot estadounidense que se estrena en el baloncesto profesional: Zach Grossenbacher, 23 años de edad y 2,03 metros de estatura, y con varios jugadores de procedencia LEB. Es el caso del exbreoganista Rafa Huertas; del alero Joan Tomás, llegado desde el Palencia; el base Sergi Costa, que el pasado año jugó en el Prat, y los pívot Tau Slezas que formó parte del Gipuzkoa que logró el ascenso, y Gediminas Zyle, que jugó las últimas campañas en el Coruña.

A priori es un equipo capacitado para mucho más de lo que hasta ahora ha mostrado y que con más calidad en sus jugadores, la filosofía de juego no varía mucho con respecto a la pasada temporada. Es el equipo con más triples anotados de la liga y el peor en cuanto a rebotes ofensivos.

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