Rácing Vilalbés y CDFC La Calzada, de La Rioja, se enfrentan este sábado (17.00 horas) en el estadio de A Magdalena en un encuentro histórico para ambos equipos, que con el simple hecho de saltar al terreno de juego estarán batiendo récords. El club chairego, al ser la primera vez que llegan a la última eliminatoria de la promoción de ascenso, y los riojanos, por alcanzar esta final de la fase en su primera vez luchando por promocionar a Segunda RFEF.
El conjunto lucense buscará seguir con la épica y llevarse el partido de ida delante de sus aficionados tras dos encuentros, ante Rápido de Bouzas y Arousa, en los que tuvieron que remontar en la vuelta con actuaciones meritorias en las que se enfrentaban a rivales que acabaron la Liga por encima y que estuvieron en Segunda B y Segunda RFEF, respectivamente, hace poco tiempo.
Y eso que el Rácing Vilalbés empezó a aunar méritos para cuajar una gran temporada mucho antes de acceder a la promoción. La primera vuelta de la competición acababa con el equipo acechando el liderato del Fabril, que sufrió para sacar un empate en A Magdalena. Esto hizo que una segunda vuelta muy discreta no empañara la labor de los pupilos de Simón Lamas, que entraban en la promoción en el último partido, ante un Arousa que se jugaba el liderato.
Delante tendrán a un equipo que también vive un sueño, con una temporada en la que, tras quedarse cerca hace un año, conseguía el ansiado play off con buenos números. La Calzada acabó cuarto en su grupo, la misma posición que el Vilalbés en el suyo.
El equipo riojano juega directo y sin complicarse la vida, con una formación que aprovecha dos pivotes defensivos para arropar a una defensa sólida que lanza balones diagonales a los atacantes. Con este estilo de juego, los riojanos consiguieron marcar 49 goles y recibir solo 29.
Sus números como locales son muy notorios, sumando solo dos empates y una derrota, y encajando nueve goles. Como visitante ha sufrido más, con 22 goles a favor y 20 en contra.
No estarán solos los jugadores visitantes, que vienen acompañados de alrededor de 150 aficionados que se desplazan a Vilalba.
