Hace dos semanas Diego Ríos hizo público en rueda de prensa los retrasos en los pagos de las nóminas que se viven en el Azkar Lugo. Llegó a decir por entonces que sin la ayuda económica de su familia no podría haber realizado su trabajo. Ayer dio a entender que la situación no ha cambiado mucho. «Han pasado dos semanas y muchas cosas me las guardo para decirlas cuando acabe mi contrato. Vistas las cosas habría dicho muchas más. He aprendido mucho en estas dos semanas», comentó el técnico del Azkar en rueda de prensa.
Preguntado por si sus declaraciones habían creado problemas en el vestuario, el entrenador del conjunto lucense prefirió guardarse su opinión. «Eso mejor se lo preguntáis a los jugadores o al presidente. Yo expliqué todo y solo puedo decir que no mentí absolutamente nada», indicó.
En cualquier caso, la situación por la que pasa Diego Ríos no es, ni mucho menos, la que le gustaría. «Son 18 años en esta casa... los primeros días estuve bastante k.o., pero a medida que ha pasado el tiempo he visto la reacción de la gente que está a mi lado, la que de verdad importa y ahora estoy más tranquilo», comentó.
