El Lugo encontró el técnico que había perseguido en otras dos ocasiones pero que no se había sentado en el banquillo del Ángel Carro. La llegada de Curro Torres hasta el mes de junio -sin extensión automática en caso de salvación- supone que el exlateral del Valencia sea el sustituto de Eloy Jiménez para dar una vuelta de tuerca al estilo del equipo y a la propia trayectoria en Segunda División, donde la zona de descenso se encuentra a un solo punto.
Tras haberlo intentado en otras dos ocasiones -en las anteriores dos campañas, en las que se optó por Francisco en la 2017-2018, mientras en la 2018-2019 Torres acabó en el Córdoba- el técnico nacido en Ahlen (Alemania) hace 43 años será el encargado de dirigir la nave rojiblanca.
Con Curro Torres llega un entrenador que buscará la intensidad, la posesión del balón y el ataque como señas de identidad para alcanzar el reto de la permanencia en Segunda División.
"Lo que queremos es hacer daño al rival", declaró este viernes Torres en su presentación. "Me gusta que mis equipos sean valientes, que sepan lo que tenemos que hacer, que tengan ambición. Ese será el objetivo desde el primer día. Queremos ser muy intensos. Necesitamos gente que tenga mucha intensidad para aguantar los noventa minutos a un ritmo bueno", añadió.
El exlateral del Valencia quiere que sus grupos tengan el balón, jueguen en base a la posesión de la pelota, con equipos escalonados, en el que el pivote sea el encargado de salir desde atrás, con dos volantes -en caso de optar por el 4-3-3- o de un compañero en la medular -si el sistema es un 4-2-3-1- que aceleren el juego desde el círculo central, con laterales abiertos y extremos capaces de salir de la línea de cal y llegar a posiciones interiores para finalizar desde la segunda línea.
Sin balón suele ser ambicioso tras pérdida con un bloque medio-alto para robar arriba y desplegarse a los espacios en caso de recuperación rápida en el terreno contrario.
Torres emplea un 4-3-3 como base -también puede emplear el 4-2-3-1-, pero siempre con la intención de que el equipo juegue como un bloque, tanto en fase ofensiva como defensiva. "El sistema de juego te lo ponen los futbolistas. Dependiendo del perfil de jugadores que tengas pones el sistema. Lo más importante para mí es tener una identidad clara", aseguró.
El nuevo entrenador del Lugo contará con una plantilla adaptada a lo que busca. Contará con carrileros con buen dominio del balón como Campabadal y Lebedenko, con centrales con salida limpia de pelota, mediocentros para tener el balón, como Pita o Jaume Grau, volantes para acelerar el juego como Álex López, Borja Domínguez o incluso Hugo Rama, así como extremos habilidosos como Yanis Rahmani, especialistas como Iriome o finalizadores como Tete Morente.
"Es una plantilla compensada para sacar el máximo rendimiento y en eso voy a trabajar", dijo. "Esta es una muy buena plantilla, con margen de mejora. Si no pensase que no es una buena plantilla no estaría aquí. Creo que hay buenos futbolistas, tengo entendido que es un buen vestuario y esto es lo que se necesita para lograr los objetivos".
