Pescar en río revuelto para olvidar una derrota dura, superar el 2-3 ante el Nástic ganando en un terreno mítico, ya conquistado en el pasado, y que se ha transformado en un espacio inhóspito para sus propios jugadores. El Lugo jugará este domingo (20.00 horas, GolTV) en La Romareda ante un Zaragoza en crisis permanente, con su hinchada de uñas y que cada vez tiene menos margen de error para poder engancharse a la parte de arriba de la clasificación.
Mientras el conjunto lucense ha ido capeando con cierta solidez los amagos de temporal surgidos en la primera vuelta, el cuadro maño sufre la obligación de su historia, que lo empuja siempre a tener que ganar cada partido en Segunda División.
Sin embargo, el destino, el mal juego y los resultados adversos han empujado al Zaragoza a pelear por la parte de abajo. No se codea con el Oviedo, el Levante, el Getafe o el Girona. Lo hace con el Ucam, el Numancia, el Alcorcón o el Rayo, a más distancia -cuatro puntos- de los cuatro últimos que de los seis mejores -cinco puntos-.
No han empujado los títulos al conjunto aragonés. Su buen palmarés no le ha servido para superar al Lugo, al que tiene cuatro puntos por encima y que ha transitado toda la temporada por los lugares donde la afición de La Romareda exige estar a sus futbolistas.
Esta frustración se ha llevado por delante al extécnico del Lugo Luis Milla, que había iniciado la campaña en los primeros puestos pero al que una mala racha se lo llevó por delante después de un 0-0 ante el Valladolid en el José Zorrrilla.
Desde aquel 23 de octubre, Raúl Agné fue designado como preparador. La irregularidad ha sido su balance. Cuatro victorias, dos empates y cinco derrotas, tres de forma consecutiva en los tres partidos de Liga, lo que ha hecho que la afición aragonesa pite al equipo en el minuto 32 como protesta a los dueños del club.
En semejante caldo de cultivo llega el Lugo de Luis César Sampedro. Bajo el recuerdo del triunfo en la 2013-2014, con un tanto de Rennella a pase de Manu, los rojiblancos esperan sacar partido de los nervios aragoneses para hacerse con el triunfo y regresar a la parte alta.
La inesperada caída ante el colista Nástic de Tarragona la semana pasada hace que el conjunto lucense busque puntuar para no caer en una pequeña depresión que lo aleje de la zona tranquila en la que lleva instalado desde el comienzo de Liga.
Se aferrarán los de Luis César a su goleador José Luis Moreno 'Joselu' para generar peligro en la zaga aragonesa, que lleva ocho partidos seguidos encajando goles en Segunda División y solo ha dejado la portería a cero en cinco de los 22 partidos que ha disputado hasta el momento.
Afianzarse en la defensa será también el gran reto del Lugo. El equipo sufrió en exceso ante el Nástic, al que concedió tres goles y no pudo continuar con la solvencia mostrada ante el Alcorcón, al que secó atrás.
Pero no solo vivirá de no sufrir goles en contra. Pedraza e Iriome tendrán que volver a ser decisivos en los costados para surtir de balones a Joselu en punta y generar peligro. Los dos extremos pueden explotar los espacios en la defensa local y hacer del contragolpe un arma decisiva, como ya aprovechó en Murcia ante el UCam, con un Pedraza estelar en la conducción del esférico.
