Galicia vive en Riazor su día grande en la Segunda División

El Lugo y el Deportivo disputan un encuentro vital para ambos equipos, que luchan por salir de la zona baja desde el inicio de la Liga
Imagen del Lugo vs Deportivo disputado en el diciembre en el Ángel Carro EP
photo_camera Imagen del Lugo vs Deportivo disputado en el diciembre en el Ángel Carro. EP

La Segunda División sacará la bandera blanca con la franja celeste de izquierda a derecha. Los veintidós jugadores que saltarán al césped hoy (16.00 horas) con las camisetas rojas y blancas y albiazules llevarán la tela en sus manos antes de posarla en el centro del campo de Riazor. Galicia será la protagonista en el estadio coruñés de un derbi donde el Lugo y el Deportivo se jugarán más que tres puntos. No solo por defender el honor de sus escudos en un partido de rivalidad deportiva, sino porque el triunfo vale su peso en oro cuando se está en la zona baja. 

Porque, por primera vez desde que los dos clubes coincidieron en una misma categoría, ambos luchan por idéntico objetivo: sobrevivir, escapar de la quema e intentar acabar la temporada sin el terror al descenso. 

Desplazamiento ►Casi un millar de seguidores lucenses se desplazarán desde la capital provincial a A Coruña para ver el derbi gallego

Esa sensación de partido con olor a supervivencia la tendrán los más de 20.000 aficionados que se darán cita en el coliseo herculino. La experimentará el casi millar de seguidores del Lugo que se subirán a los autobuses o a los coches particulares para apoyar al equipo en terreno ajeno, en una expedición donde el corazón y la esperanza funcionarán como mascarón de proa. 

Ese mismo millar de rojiblancos que cantará y animará sin cese durante los noventa minutos esperará que sus ídolos rindan como en los últimos duelos, en los que la solidaridad, la seriedad y la defensa le permitieron sumar unos guarismos que lo mantienen con vida en la clasificación. 

Esos cerca de mil espectadores de la ciudad amurallada se agarrarán al deseo de repetir los dos últimos éxitos. Se aferrarán a un triunfo por la mínima, a mantener la portería a cero, a que el grupo brille por encima de los destellos individuales. "Ese es el camino", repitieron hasta la saciedad futbolistas y técnicos después del triunfo ante el Oviedo en el Ángel Carro. No permitir ocasiones del rival es el credo de los últimos encuentros, aún por encima de tener el balón, de tratar de jugar en terreno contrario, de atacar con fe. 

Clasificación ► Los equipos llegan separados por dos puntos en la tabla y con un año 2020 en el que acumulan buenos resultados

Porque el Lugo que saltará a Riazor tendrá más similitudes con el de Eloy Jiménez que con el que buscó Curro Torres en sus primeros duelos. No comparten dibujo, ni onces ambos técnicos. Sí llegar al marcador a favor por los mismos derroteros: asegurarse por encima de todo y no exponerse ante un oponente.

Más aún cuando el contrincante es un equipo de la entidad del Deportivo. Revitalizado desde la entrada del nuevo año, despojado de temores y de su rostro cadavérico del final de 2019, reforzado por el mercado invernal y la inyección económica bancaria, el club blanquiazul abandonó las catacumbas de la clasificación.  

Porque el Dépor ya no está en la mazmorra en la que pasó toda la primera vuelta. Hundido en las derrotas, encadenado a su inseguridad, horrorizado por su juego, el cuadro herculino parecía asomarse al abismo del descenso y la incertidumbre existencial antes de la llegada del 2020. 

Pero esa oscuridad dejó paso a la luz con Fernando Vázquez como farol. El entrenador de Castrofeito cambió el rumbo del conjunto de A Coruña con una receta sencilla, la que suele a aportar a sus equipos: seguridad atrás, aprovechar sus ocasiones con máxima efectividad, tranquilizar el vestuario y potenciar los intangibles para conseguir el máximo rendimiento en el marcador. 

Ese plan le salió bien a Vázquez, quien enlazó seis victorias seguidas para sacar al Dépor del atolladero e incluso pensar que su pelea podría estar en la parte alta. Pero el empate ante el Girona (2-2) y la derrota en Zaragoza (3-1) frenaron un tanto la marcha del equipo, que vuelve a pensar en que su principal objetivo es mantenerse en Segunda la próxima campaña antes de pasar a nuevos retos.

Los dos equipos se mirarán con respeto. La distancia entre ambos es pequeña, de dos puntos, por lo que el triunfo será determinante para su lugar en la categoría. Si cae del lado de los de la muralla romana saldrán del descenso y pasarán a su rival de hoy. Si lo hace del lado de los de la Torre de Hércules se escaparán en la tabla, porque los dos se juegan además el golaverage después del 0-0 del Ángel Carro en la primera vuelta. 

"Considero que el Lugo está en crecimiento. Es posible, aunque no estoy muy seguro de lo que voy a decir, que sea el equipo que más se transformó desde diciembre, incluso en jugadores, a nivel individual. Viene de ganar dos partidos y está en ascenso. Es un rival peligroso", opinó el técnico coruñés. Vázquez admitió que no tiene "claro" qué Lugo se va a encontrar y advirtió de que "posiblemente vaya a alternar presión alta y repliegue" ahora que "está consiguiendo cierta riqueza estratégica".

"Antes era un equipo más lineal, que empezaba y acababa los partidos igual, ahora es más complicado saber qué Lugo voy a ver", sostuvo el de Castrofeito.

SIN FERNANDO SEOANE. No estará en el partido de hoy uno de los hombres más importantes del Lugo en Segunda División: Fernando Seoane. El segundo capitán no entró en la convocatoria de Curro Torres por decisión técnica, al igual que Canella y José Carlos, mientras que Gerard Valentín lo hace por sanción. Manu Barreiro y Carlos Castro no jugarán en A Coruña por lesión.
 
Tendrá que descartar a dos hombres Curro Torres, que saldrá con el grueso de titulares de las dos últimas semanas, donde el Lugo se comportó como el bloque que pretende el hispano-alemán. En ese equipo estará Cantero, con Campabadal, Djaló y Peybernes repetirán en el centro de la zaga, con Kravets cerrando en la izquierda. 

Por delante podrían repetir Jaume Grau como pivote, con Jaime Seoane y El Hacen como volantes. Arriba, Yanis Rahmani estaría en la izquierda y Lass o el recuperado Cristian podrían entrar por Valentín con Carrillo en punta.

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