El de este jueves fue un día tremendamente trágico en Monforte. Alejandro Blanco Regalado falleció en la madrugada del miércoles al jueves mientras participaba en un torneo de fútbol sala en A Pobra do Brollón. Había cumplido los 18 años hacía solo unos días. La ciudad del Cabe permanece consternada por lo ocurrido. Esta tarde, a las 19.00 horas, se celebrará un funeral en su honor en la iglesia del colegio del Cardenal, donde estudió.
Todo apunta a que se trata de un caso más de los muchos de muerte súbita que han sobrecogido el mundo del deporte, y más concretamente del fútbol, en los últimos años. Álex Blanco militaba desde muy pequeño en la disciplina del Calasancio, donde empezó como prebenjamín. La pasada temporada la jugó con el primer equipo juvenil.
Pese a que todavía le quedaba un curso para completar este peldaño, el joven no tenía pensado continuar en el conjunto estudiantil, pues su idea era irse a Salamanca, de donde son oriundos sus padres, a iniciar su etapa universitaria. Iba a estudiar Fisioterapia. Por esa razón, el Calasancio había decidido rendirle un homenaje por su trayectoria en el club, como hace con todos aquellos jugadores que dan por concluida su etapa en los campos de fútbol de los Escolapios.
Álex Blanco tenía una hermana melliza y sus padres, muy conocidos en Monforte, son profesores en los Escolapios. Su progenitor desempeñó el cargo de director del colegio durante muchos años. En el centro, Álex Blanco destacó por su buen hacer como estudiante, que le permitió superar con éxito las pruebas de acceso a la universidad de forma reciente.
El actual director deportivo del club estudiantil, Carlos Fontal, conocía muy bien a Álex Blanco, pues fue su entrenador durante dos campañas. «Cando alguén morre sempre se di que era moi boa persoa, pero neste caso non é un tópico. Álex tiña uns valores fantásticos e unha calidade humana enorme, oxalá todos os xogadores do Calasancio se pareceran a el», señaló el preparador.
Álex Blanco portaba el brazalete de capitán del cuadro juvenil del Calasancio. Jugaba como medio centro o defensa central. «Posuía todas as características que debe ter un capitán. Era un alento para os seus compañeiros e ademais tiña unha educación exquisita», indica Carlos Fontal.
El director deportivo del Calasancio añade que el deporte era la gran pasión de Álex Blanco. No solo le gustaba el fútbol, también practicó baloncesto y se desempeñaba en ocasiones en el voleibol. «Cando viña o verán, Álex seguía practicando deporte. Adoitaba saír a correr e participaba en moitos torneos», asegura Carlos Fontal, quien concluye que su muerte es «un pao moi duro, unha desas historias que nunca pensas que che van afectar. Estamos destrozados».
Monforte es un mar de lágrimas, con oleadas de condolencias. Desde primera hora de la mañana, numerosos clubes deportivos e instituciones transmitieron su pesar por el trágico suceso. Uno de los primeros en hacerlo fue el propio Calasancio. El club monfortino calificó a Álex Blanco como un ejemplo de «honradez, humildad y educación». Los estudiantiles añadieron que «el destino te arrebata de nuestras vidas, pero nunca lo podrá hacer de nuestros corazones».
También la organización del torneo de Brollón emitió un comunicado para dar el pésame a la familia, amigos y compañeros de Álex Blanco, que participaba en dicha competición con el equipo Náufragos. El campeonato, que tendría que haber durado hasta el domingo, ha sido suspendido.
A lo largo del día se sumaron al duelo la Federación Galega de Fútbol, el Lemos, el CF Monforte, el Val de Lemos (club de baloncesto donde también militó el malogrado Álex Blanco), la SD Chantada o el Korbis, entre otros.
