Falleció Hevia, un entrenador de raza

Ricardo Hevia, en una imagen de 1999. AEP
photo_camera Ricardo Hevia, en una imagen de 1999. AEP

Llegamos juntos al Breogán a mitad de la temporada 88/89, yo regresaba y él iniciaba su etapa en Lugo. Y el primer partido fue en Lugo, en el Municipal, qué recuerdos, y contra el Estudiantes.

¡Fue su debut en la ACB, y con victoria del Breo! Aún recuerdo sus palabras en el vestuario antes de empezar. "Analizo a sus jugadores y veo que podemos ganar: no son mejores que vosotros"... ¡Nos convenció, le creímos y ganamos!

Y es que eso era, sobre todo, lo que mejor le definía como entrenador: un gran motivador.

Luego el carácter, la energía y la pasión que ponía en cada entrenamiento, en cada partido... contagiaba y te hacía estar siempre al 100%, fueras nacional o, sobre todo, americano. Aquellas mañanas con Ken Orange... Esa era otra de sus virtudes, no permitir ninguna relajación a los jugadores importantes por muy importantes que fueran, y tenerlos siempre al máximo.

Pasión, energía, motivación, autenticidad, carácter... Un entrenador de raza.

Siguió ligado al baloncesto, y al Breogán, a través de sus comentarios en prensa y de sus numerosos contactos en el mundo del basquet. Otra de sus características: extrovertido, cercano.

A sus más de 80 años mantenía la pasión por el básquet, pasión que ya quisieran tener muchos aún en activo.

Nosotros venimos de la calle, del barro, me dijo una vez. Y sí, es verdad. La mejor escuela, tal vez. ¡Y a mucha honra!

Se va un hombre de baloncesto, forjado a fuego en mil batallas. Descanse en paz. Tito Díaz.

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