Fabri, un entrenador lucense en el cielo

El técnico lucense Fabriciano González Penelas, 'Fabri', (San Pedro de Santa Comba, 25-4-55) marcó el domingo otro hito en su largo historial al ascender con el Granada CF a la categoría de plata del fútbol español, en la que el equipo andaluz militó por última vez hace 22 años.

"Se espera una gran fiesta; va a ser la leche, porque la gente está muy entusiasmada en Granada, donde anhelaban esta vuelta al fútbol profesional en una ciudad que vive el fútbol como pocas", aseguró este lunes Fabri.

Fabri se hizo cargo del Granada cuando marchaba segundo a cuatro puntos del Melilla, con el que acabó empatado a puntos, pero por delante por golaverage. En su primer partido empató como local ante el Betis B, por lo que la situación se ponía complicada ante la visita del Melilla a la semana siguiente, ya que el Granada jugaba. Pero el equipo de Fabri goleó a su más directo rival por 5-1. "A partir de ahí empezamos a ir hacia arriba", recuerda.

Tensión
Sin embargo, el técnico lucense reconoce que la empresa no fue fácil porque "había mucha tensión en la plantilla". Fabri asegura que la  conocía "bastante bien, pero costó mucho trabajo, sobre todo a nivel táctico, para conseguir lo que deseábamos, aunque al final lo logramos con muchos esfuerzo por parte de todos".

El Alcorcón, próximo rival del Pontevedra en la fase de ascenso, cayó ante el Granada por 2-0 en la ida en Los Cármenes y en la vuelta ganaron los madrileños (1-0).  Fabri reconoce que fue "un rival muy difícil al que en el primer partido le pudimos meter más goles, pero en el segundo nos ganaron bien y nos pusieron la eliminatoria muy difícil, es un equipo que juega con mucha intensidad, muy peligrosos en las jugadas de estrategia que nos pudo eliminar".

Fabri destacó como jugador por su calidad individual y buen toque de balón; como técnico lo hace como un enamorado de la táctica. Pese a su largo historial, en Galicia, después de entrenar a equipos de categoría autonómica y provincial, sólo pudo dirigir al CD Lugo, en dos etapas, por lo que dice que en su tierra tal vez no fue "respetado o valorado como lo fui fuera". Así, no oculta que esa es una espina que tiene clavada porque no ha "tenido la oportunidad de demostrar como entrenador lo que he hecho fuera".

También recuerda que en su carrera sufrió destituciones incomprensibles. "En equipos como Mérida, Elche, Murcia o hace dos temporadas en Cartagena, estando arriba, decidieron que no continuase y eso es algo que tampoco me pareció normal, pero son cosas del fútbol", apunta.
Ahora en Granada, Fabri vivió algo parecido pero a la inversa, ya que sustituyó como técnico a Álvarez Tomé cuando el equipo andaluz era segundo. "El presidente, Quique Pina, me llamó para ofrecerme la oportunidad de luchar por el campeonato", algo que consiguió en la primera eliminatoria de la fase de ascenso.

Fabri fichó por el Granada con la obligación de acabar como campeón de grupo y de ascender, cosa que consiguió, pero sin ninguna cláusula que le permita renovar al conseguir el objetivo, como es habitual en estos casos. Por lo tanto, el futuro del técnico lucense no está asegurado en las filas de un Granada que ha devuelto a la categoría de plata del fútbol español.

Banquillos en toda la Península
Fabri González tiene una corta etapa como futbolista. Además de ser jugador y entrenador al mismo tiempo del equipo de San Pedro de Santa Comba, parroquia del sur del municipio de Lugo, al final de la década de los setenta y principios de los ochenta, jugó en los equipos de la SD Hostelería, CD Lugo, Viveiro CF y Rácing Club Vilalbés.

Fabri se inició como técnico en el equipo de su parroquia natal, en la que comenzó como jugador y entrenador a la vez antes de entrenar a los equipos de la SG Comercial y del Rácing Villalbés, para pasar a ser segundo de José Ramón Segura en el CD Lugo a mediados de la década de los ochenta. Aprovechó al técnico pontevedrés para empezar a preparar el título de entrenador nacional, para lo que luego también contó con el apoyo del también ex técnico rojiblanco Julio Díaz, ambos profesores del colegio gallego de entrenadores.

Fabri se hizo cargo del Lugo tras ser destituido Segura a mediados de la temporada 87-88, después de sacar el título de entrenador nacional en Bilbao con, entre otros, Fernando Vázquez, otro de sus mejores apoyos en dicho curso nacional, según reconoció el técnico de Santa Comba.

Tras dejar el CD Lugo y con el título nacional en el bolsillo, Fabri se va al levante español, donde entrena al Villarrobledo, Mahonés, Gandía y Manlleu, con el que juega la fase de ascenso. Después da el salto al CP Mérida, al que dirige en Segunda A y luego debuta en Primera con el Logroñés, para volver al este de España con el Elche, Tarragona y Murcia, antes de volver al Lugo en 1999.

Luego se fue a Portugal a dirigir al Ovarense, Campomaiorense y FC Marco, volviendo a España para dirigir al Avilés, Zamora, Huesca, Almería, Burgos, al Alavés de Piterman en Segunda A, de nuevo al Mérida, Cartagena —al que deja como segundo clasificado— y ahora al Granada con el que logra el salto de categoría.

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