Los padres de Carlos Fernández González, que huyó en 2011 del centro psiquiátrico de Castro Riberas de Lea y que desde entonces no se sabe nada de él, reclaman a las autoridades, «sean cuales sean o a las que puedan hacer algo sobre este caso, que nos digan cuanto antes si el cuerpo aparecido en Lugo el mes pasado es el de nuestro hijo», remarcó Arsenio Fernández, su padre, quien califica esta lentitud como «injustificable».
La desesperación en el seno de esta familia monfortina siempre fue una constante desde que en 2011 se le perdió la pista a Carlos Fermández, nacido en 1965, porque sabía que volvería al centro. El nivel de angustia entre los padres y su hermano menor, así como de otros familiares, vecinos y amistades, subió al máximo cuando el pasado 31 de agosto se publicó que los restos de un cadáver encontrado en las cercanías del hospital Lucus Augusti, conocido por Hula, podrían pertenecer a su hijo.
Tan solo tuvieron esa información a través de este diario. Nadie les había informado ni comentado nada, tal como afirmó ese día la madre, Carmen González, quien se pregunta qué debe hacer para saber algo. Llamó a la comisaría de Monforte y le remitieron a Lugo, desde donde, según ella, le dijeron que faltaban por hacer unas pruebas en la Unidad de Antropología Forense de Verín.
«Desde entonces, un día vinieron por aquí agentes de la Policía Judicial y les indiqué dónde le hicieron a mi hijo la dentadura postiza, que fue encontrada en el cadáver, y también les expliqué que de pequeño se había roto una pierna. También les dijimos que tienen nuestro ADN y que no entendíamos que esto fuese tan lento», dijo el miércoles Arsenio Fernández.
«El Progreso fue el primero que se interesó por nosotros y por eso vengo hasta aquí para ver si pueden enterarse de algo y decírnoslo cuanto antes. Ya es más que un calvario. Pasamos las nuestras todos estos años y ahora parece que nos quieren crucificar», comentaba en la delegación de Monforte a medida tarde de del miércoles al tiempo que suplicaba por «acabar con esto de una vez por todas».
