un día para los héroes anónimos y para entender todo lo que es capaz de mover el deporte y la ilusión que genera. Los paseos por las inmediaciones de la meta permiten ver un reguero de gente que se mueve en busca de vivir de primero mano la batalla tan esperada entre Contador y Froome.
La jornada deja multitud de anécdotas, como la desesperada presencia de Alejandro Valverde padre en la oficina de prensa en el intento de seguir lo mejor posible las evoluciones de su hijo en el coloso lucense de Os Ancares, donde quedará para la historia que se decidió la Vuelta 2014.
Se acerca la hora de la verdad y la gente se lanza por