Entre la cuna y el ring

Tania Ledesma compagina su reciente maternidad con el boxeo, una afición que se ha convertido en una pasión para la púgil del Boxing Cidade de Lugo. Hoy vuelve a la competición
Tania Ledesma, con su pequeña
photo_camera Tania Ledesma, con su pequeña

Tania Ledesma, de origen portugés y afincada en Lugo desde hace ya nueve años, es una de las pocas mujeres del Boxing Club Cidade de Lugo. Hace seis meses fue madre, lo que le apartó del ring. Pero su idilio con el boxeo viene de lejos y hoy regreserá a la competición.

«Empecé a boxear en noviembre de 2012 como un hobbie, no me planteaba competir para nada. A mí ya me atraía el deporte desde los quince o dieciséis años, pero no me atrevía porque era muy tímida y en un equipo de boxeo que son todo chicos... Una amiga me animó y empezamos a ir las dos a entrenar. Con el tiempo comencé a marcarme nuevos retos y cada vez me iba superando y eso me motivaba, también mi entrenador, José Luis Álvarez, ‘Rocky’, me ayudó mucho», reconoce.

Tania, de 20 años, mantiene en la retina el recuerdo de sus inicios, su debut en competición y sus primeros combates. «Debuté contra una chica de Betanzos, no lo hice perfecto, pero para empezar estuvo bien. La segunda vez fue en un campeonato gallego de promesas contra una chica que me sacaba cinco kilos. Estaba asustada, pero con ganas», recuerda.

Cuando mejor se encontraba sobre el ring, llegó la mayor de sus alegrías. «A partir de ese momento me empecé a preparar en serio, hasta que llegó la niña. Disputé un torneo interclubes en el que gané porque pararon la pelea en el segundo asalto, y a los dos días me enteré de que estaba embarazada de seis semanas», comenta.

Durante el tiempo de gestación, Tania continuó ejercitándose. «Seguí entrenándome hasta los seis meses, aunque tenía una barriga enorme. Seguía haciendo manoplas y dándole al saco, porque era algo que me faltaba. Cuando ya estaba de nueve meses me urgía boxear. Di a luz y al mes bajé a entrenarme, aunque aún estaba muy frágil», comenta.

La lucense reconoce que al principio no fue fácil compatibilizar sus obligaciones como madre con el boxeo. «Los tres primeros meses casi no pude bajar a entrenar porque entre que le daba el pecho, la dormía y tal... siempre tienes que estar ahí, es imposible compatibilizar nada. Ahora la bajo conmigo al gimnasio, a veces tienes que reducir el ritmo pero se lleva bien», asegura.

Una de las personas que más le ha ayudado en estos meses es su entrenador, Rocky, a quién reconoce estar muy agradecida. «Mi entrenador es una persona que me entiende mucho, que me apoya, y siempre se preocupa por la niña. Nunca me puso ningún impedimento, al contrario», indica Tania.

La púgil del Boxing Club Cidade de Lugo disputará este viernes, junto con sus compañeros Cristian Girón y Charly una velada en Cerceda, la primera desde que es madre. «Para esta pelea todavía no estoy al 100%, pero al 80% probablemente sí», señala.

Su rival en el ring esta noche será Irene Fraga, una veterana del kick boxing que no intimida a Tania. «Creo que puedo ganar, no puedo seguir su juego sino intentar que ella entre al mío. Cuando peleas fuera de casa es muy complicado vencer, pero voy confianda», admite.

Además, Tania tiene ya una meta futura marcada en rojo en el calendario. «Mi objetivo no es otro que acudir al campeonato gallego y al de España nacional el año que viene», dice entusiasmada.

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