La fiesta del fútbol lucense en la Tercera División gallega estuvo marcada en su primer asalto por la vistosidad, la intensidad y la emoción hasta el pitido final. El Rácing Vilalbés y el Ribadeo ofrecieron un buen partido en el estadio municipal de A Magdalena, si bien los locales estuvieron mejor en el cómputo general del encuentro y se llevaron la victoria por un ajustado 2-1, aunque no sin poco sufrimiento y esfuerzo.
Y es que el conjunto rojiverde se está abonando a las remontadas en su campo, ya que la de ayer fue la tercera -o la cuarta, si se cuenta que consiguió empatar al Pontevedra- en los cinco partidos que disputó en casa hasta el momento.
Ambos equipos llegaban al derbi provincial, el primero en la categoría tras ocho temporadas de sequía, con trayectorias diferentes en las últimas semanas y el resultado que se dio ayer supuso un punto de inflexión para los dos cuadros. El Vilalbés logró su tercera victoria de la temporada y puso fin a una racha de tres jornadas sin ganar, mientras que el Ribadeo no pudo encadenar su tercer triunfo ni mejorar sus números como visitante. Ahora, los dos equipos se sitúan en el medio de la tabla clasificatoria, décimo con 13 puntos y noveno con 14, respectivamente.
