El Real Club Tenis Coruña es toda una refencia en el deporte de la raqueta gallego. Y buena parte de su éxito pasa por Iago Fernández-Reija, un lucense afincado en la ciudad herculina cuya ambición, unida a una filosofía que bebe directamente de Cayetano Burrieza, lo han llevado a dirigir a muchos de los mejores tenistas de Galicia.
Premios aparte -mejor entrenador de Galicia en 2013 y 2016-, a Fernández-Reija siempre le han gustado los retos. Por ese motivo ha decidido volver a la competición con un objetivo entre ceja y ceja: convertirse en uno de los diez mejores jugadores veteranos de todo el mundo.
«Siempre fui muy competitivo. Siempre quise buscar nuevos retos. Jugué un torneo en Ginebra el año pasado y me gustó ese mundo, son torneos completamente distintos. Además, aquí en Galicia, la mayoría de chavales son mis alumnos, y no me gusta enfrentarme a ellos. Me gustaría ir a campeonatos internacionales y mi objetivo es estar en el top diez antes de un año», explica el tenista y entrenador.
Las aspiraciones de este lucense, eso sí, no son castillos en el aire: «La gente de 35 años en adelante tiene que estar bien físicamente, y yo me encuentro muy bien, seguramente mejor que otros a esa edad. Y la gente que es profesional del tenis no se pone a jugar estos torneos. En septiembre fui a Marbella y gané. Creo que el año que viene podré jugar y a ver si logramos estar entre los diez mejores», cuenta.
Iago Fernández-Reija compagina su nuevo plan -entrena por las mañanas y por las noches, cuando tiene tiempo- con su labor como técnico. La actual campeona gallega absoluta, Uxía Martínez Moral, es una de sus pupilas, al igual que los lucenses José Basanta y Noel Villarabide: «Noel es uno de los mejores talentos a nivel gallego, y en estos dos últimos años ha mejorado mucho. José es súper trabajador, es muy disciplinado. Tiene esa capacidad y todo lo que pueda decir de él se va a quedar corto. Con Noel lo mismo. Estoy encantado de que chavales como ellos, de Lugo, vengan aquí a entrenar y pueda ayudarles», narra el técnico lucense.
Para Fernández, el buen trato y el "feeling" entre el entrenador y los jugadores es imprescindible para el desarrollo de los deportistas, algo que aprendió de su experiencia trabajando junto con Cayetano Burrieza: «Todo lo que sé lo he aprendido en él. Y hay cosas que hago que me veo reflejado en como él las hacía conmigo. En el trato con los niños, por ejemplo. El me trató como a un hijo. Y yo es con lo que me quedo. Que pasen los años y recordar en lo bien que tre había tratado un entrenador», indica el director deportivo del Real Club Tenis Coruña.
