El maestro inglés del Viveiro

El fútbol genera una adicción que ningún médico, científico o erudito que se precie ha sabido todavía explicar. Son muchos jugadores los que sufren esta deliciosa patología pero la dependencia de Luke Perridge traspasa fronteras. Este joven inglés aterrizó este verano en A Mariña con una mochila bajo un brazo y su beca Erasmus en el otro. Luke llegó a España con el cometido de impartir clases en el Colegio del municipio de Covas; pero antes de localizar piso recorrió todo Viveiro en busca de su particular santuario futbolístico.

Tan solo le hicieron falta dos días para personarse en el campo del Viveiro. Luke observó un partido de los celestes y a la conclusión del mismo golpeó en la puerta de las oficinas del club. Él mismo lo relata: «El fútbol es una necesidad, mi vida es el fútbol, necesitaba buscar un equipo. El segundo día que estuve aquí fui a un partido del Viveiro, del que solo había visto un resumen de un partido contra el Deportivo. Después fui a la oficina para hablar con el entrenador, Chano, y me dijo de entrenar con ellos y a las dos semanas y media tenía ficha».

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