El Lugo prepara desde este lunes el duelo ante el Elche

El gol de Ignasi Miquel evidencia el modelo ofensivo del Lugo

Los centrales siguen siendo la primera línea en la construcción
Ignasi Miquel conduce el balón ante el Córdoba en el Ángel Carro
photo_camera Ignasi Miquel conduce el balón ante el Córdoba en el Ángel Carro

Un gol como paradigma de un modelo de defensa que ha cuajado en el Ángel Carro desde el aterrizaje de Quique Setién. Un tanto en el Sánchez Pizjuán para mostrar que los zagueros del Lugo son también creadores de juego, no simples destructores de los ataques rivales. La diana lograda por Ignasi Miquel ante el Sevilla B ejemplificó la vocación ofensiva que ha caracterizado a la zaga desde hace casi una década. 

El modelo de fútbol posicional instaurado con Setién ha creado una cultura futbolística en el Ángel Carro donde los defensas aportan algo más que evitar goles. Los zagueros deben ser también los primeros en aportar a la construcción y al ataque, con libertad para incorporarse al ataque cuando hay una posibilidad clara. El tanto de Miquel, que llegó para acompañar y finalizar un contragolpe lanzado desde campo propio y desarrollado a la perfección por Campillo evidenció que la llegada de Luis César Sampedro no ha cortado un estilo ofensivo en los zagueros, 

La llegada de Setién al banquillo del Lugo en 2009 permitió que los defensas contribuyesen a la construcción del juego ofensivo 

La llegada de Setién al banquillo del Lugo en 2009 permitió que los defensas contribuyesen a la construcción del juego ofensivo desde el inicio. Bajo el mando del santanderino eran los centrales los encargados de superar la primera línea de presión a través de la entrega en corto o de una conducción e incorporación a la medular. Esta opción, por delante de la caída del mediocentro entre centrales para sacar el balón –la denominada salida lavolpiana– facilitaba que el equipo no fuese tan largo a la hora de construir y permitía romper la presión de los puntas rivales sin rifar el balón. 

El estilo de Setién lo continuó Luis Milla tras la salida del cántabro y lo ha mantenido Luis César Sampedro. Con el arousano los centrales –Miquel, Djaló o Carlos Hernández– son los que inician el fútbol rojiblanco y cuentan con la libertad para conducir y sumarse al ataque. 

Pero no solo los centrales contribuyen al juego ofensivo colectivo. Los laterales han sido y son en la actualidad básicos en el esquema de ataque lucense. Con Setién eran los encargados de abrir el campo, al acumular el cántabro centrocampistas por dentro y atacar por fuera con Manu por la izquierda y Cristóbal, Aitor o De Coz por la derecha. Luis César también cuenta con Calavera como un futbolista elemental para llegar pegado a la derecha. 

Defensas con vocación ofensiva en el Lugo, jugadores que aportan más que su función básica para completar la paleta futbolística rojiblanca.

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