El fiscal no pide ni multa para el padre que agredió a un árbitro en infantiles

La acción violenta podría saldarse con una indemnización de 150 euros
El árbitro, tras la agresión que sufrió el año pasado
photo_camera El árbitro, tras la agresión que sufrió el año pasado

Ni condena, ni multa, ni siquiera una orden de prohibición temporal de acceso a recintos deportivos. Parece que la agresión que sufrió un árbitro a manos de un padre en un partido de infantiles se solventará, como mucho, con una indemnización, que es la única pena que ha solicitado el fiscal para el acusado en el juicio rápido por faltas que se ha celebrado en un juzgado de Lugo.

Los hechos sucedieron el pasado mes de abril, durante un partido de promoción de ascenso a la Liga gallega infantil entre el Polvorín y el Milagrosa B. Al terminar el encuentro, el colegiado sufrió la agresión por parte del padre de uno de los jugadores del Polvorín, que al parecer también lanzó contra el joven árbitro insultos racistas. El chaval tuvo que ser protegido por miembros de la directiva del Polvorín y por otros espectadores.

En ese momento, incluso el Comité Técnico de Árbitros anunció que estudiaba actuar de oficio contra el agresor y que sus abogados consideraban que podían exigir la aplicación de la ley contra la violencia, el racismo, la intolerancia y la xenofobia en el deporte, que contemplaba multas de hasta 650.000 euros y la prohibición de acceso a los recintos deportivos.

El Comité de Árbitros anunció que pensaba actuar de oficio, pero no se personó en el caso

Sin embargo, el juicio por faltas contra el supuesto agresor se celebró el pasado martes sin otras acusaciones que la del fiscal y la del abogado del propio árbitro. La Fiscalía sí reconocía los hechos como delictivos, pero no objeto de condena penal en base a su interpretación de la última modificación del Código Penal. Por este motivo, ni siquiera pidió multa, sino una indemnización de 150 euros para el agredido. El abogado de este, Jacobo Cela, sí que entendía que se podía solicitar una multa como condena penal, que situó en 720 euros, además de elevar la indemnización para su cliente a 1.500 euros.

En la vista oral, sin embargo, ni siquiera se personó el acusado. Sí lo hizo la víctima, que explicó no solo cómo fue agredido por el padre, sino que en el partido anterior que había enfrentado a ambos equipos este ya le había insultado y amenazado. También confirmó la agresión una testigo que estaba presenciando el partido, que confirmó además los insultos racistas que se habían producido.

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