Marcos cumplirá sus 50 años como jugador del Iberia, donde milita desde 1983

Afirma que esta crisis sanitaria es lo más raro que ha vivido en el fútbol
AppleMark
photo_camera Marcos cabecea un balón en un partido de esta campaña. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Marcos Rodríguez Rañón es el eterno capitán del Iberia. A sus 49 años recién cumplidos, es el futbolista más veterano de la Segunda Autonómica. Ha cubierto todas las etapas futbolísticas, desde los 12 años hasta la actualidad, en el mismo club, en el equipo de San Miguel de Reinante, su lugar de origen. En su dilatada carrera Marcos ha jugado en Autonómica Preferente, en Primera y en Segunda Autonómica, categoría en la que milita actualmente con el club blanquiazul. La duda es saber si va a continuar una temporada más. "Pues lo he hablado algún día de estos en casa y me dejaría mal sabor de boca dejarlo ahora, por el coronavirus, o por una enfermedad o lesión; quiero retirarme yo, así que intentaré seguir una temporada más", dice.

Así, se verá a Marcos con 50 años cumplidos la próxima temporada en el Iberia, de nuevo. Y probablemente en Segunda Autonómica. "Hace poco estuve en una reunión con el presidente de la federación y dijo que lo más probable es que no hubiera descensos y sí ascensos, por lo que nos quedaríamos una temporada más en Segunda Autonómica", comenta Marcos, que añade que "antes del parón por el coronavirus estábamos en puestos de descenso, pero faltaban por disputarse 27 puntos todavía y nos podíamos salvar".

La temporada del Iberia ha estado marcada por la mala suerte. "No te exagero nada. Hemos perdido puntos en los últimos cinco minutos en siete u ocho partidos. Somos un equipo joven, pecamos de inexpertos, y hacemos cosas que no deberíamos en los minutos finales", argumenta el jugador, que la última temporada tuvo a José Manuel como entrenador.

Hace unos años me veía con más fuerzas, pero cada vez me cuesta más; acabo los partidos hecho una piltrafa 

La actual situación "es la más rara que me ha tocado vivir en el fútbol, sin duda", afirma. "A mí me falta algo. Estás acostumbrado a entrenar durante la semana, y el domingo prepararte para jugar en casa o desplazarte y ahora te falta y me descoloca un poco. Me ha roto los esquemas y hay que buscar otras rutinas", subraya.

Reconoce Marcos que cada vez le cuesta más jugar al fútbol. «Hace dos o tres años me veía con más fuerzas, pero cada vez me cuesta más. Acabo los partidos hecho una piltrafa, y ahora los martes hago trabajo de recuperación, los viernes entreno un poquito para poder jugar los domingos», relata el central, que comenzó jugando de extremo, luego de mediapunta o centrocampista avanzado y que ahora ejerce de capitán desde el centro de la defensa.

Una de las peculiaridades que tiene el jugar a los 49 años es que lo hace con hijos de los que fueron sus compañeros hace tiempo. "Ahora juego con hijos de los que fueron mis compañeros, incluso alguno de esos hijos ya se ha retirado con 30 años", dice. "Mi hijo mayor tiene 13 años y tiene la ilusión de jugar un partido conmigo. Me pregunta que a qué edad puede jugar un chaval en aficionados, y yo le digo que en cadete, a los 15, y él me pide que aguante, pero no sé...", añade.

Su edad no es un problema en el vestuario "porque soy una persona abierta, y me integro, pero también es verdad que a veces los chavales hablan de cosas de las que tú no estás al día y te sientes un poco descolocado", reconoce.

Uno de los problemas con los que ha tenido que lidiar durante su trayectoria deportiva ha sido con problemas en la espalda, que le han estado a punto de retirar. "Tengo unas protusiones en la espalda que me afectan al nervio ciático y me coge la pierna; tengo que luchar con ello, intento fortaleces la zona de las lumbares y abdominales", señala, aunque esta temporada apenas se perdió partidos por lesión. "Hubo otras épocas donde me perdí más por el tendón de Aquiles", afirma.

Mi hijo de trece años me dice que aguante unos años más para poder jugar un partido juntos, pero no sé si podré

Sobre el jugador que más le ha sorprendido en su carrera como futbolista dice que fue "Guillermo, del Ordes". "A nivel mariñano no me atrevo a decir ninguno", comenta. "Como compañero de equipo, me entendía muy bien y tracé una gran amistad con Javi Parga, Partai... En el campo nos podíamos llamar de todo, insultarnos, pero luego, era entrar en el vestuario y no hacía falta decirnos nada, ya había pasado todo; es un ganador, como yo", recuerda el capitán del Iberia.

Marcos ha ejercido en varios puestos en la directiva, aunque él es el que lleva la voz cantante. El entrenador que más le marcó fue "Arturo, porque fue el que me dio la oportunidad de subir al primer equipo cuando casi nadie confiaba en mí, y fue el primero que tuve", dice. "El mejor equipo del Iberia fue aquel que quedó cuarto en Preferente; yo era el único chaval del pueblo, los demás eran de fuera. En esa temporada quedaron por delante nuestro el Compostela, el Ciudad de Santiago y el Montañeros, que luego llegaron a Segunda B", finaliza.

Más en Deporte Local Lugo
Comentarios