El empollón que manda en la LEB

Brian Cusworth, en la Universidad de Harvard (Foto: EP)
photo_camera Brian Cusworth, en la Universidad de Harvard (Foto: EP)

En las canchas se hace llamar la bestia y así mismo, a lo bestia y de un garrotazo Brian Cusworth se carga los prejuicios sobre el coeficiente intelectual de los deportistas. Y es que el pívot de Breogán además de encabezar la lista de faltas recibidas por partido y encontrarse entre los diez mejores anotadores de la LEB guarda en su cajón el título de licenciado en Biología de Harvard. La universidad más antigua y prestigiosa de Estados Unidos, que rechaza cada año alrededor de 85% de los estudiantes que solicitan el ingreso, no es precisamente un trampolín para jugadores de baloncesto. Cusworth lo aclara.

"Nunca pensé en dedicarme profesionalmente al baloncesto. Iba para médico y a la hora de elegir facultad valoré más los motivos académicos", explica. Personajes como el presidente estadounidense Barack Obama o el creador de Microsoft, Bill Gates, son
sólo algunos de los prestigiosos ex alumnos que han pasado por la exigente universidad.

"Hay una leyenda que asegura que es más difícil entrar en Harvard que terminar la carrera", comenta el jugador que tuvo que pasar varias entrevistas antes de convertirse en el alumno de la mejor facultad estadounidense.

Sin embargo, y por extraño que suene, lo más complicado para el pívot norteamericano de 23 años fue hacerse un hueco en el equipo universitario de baloncesto. "Yo era muy flaco, muy poca cosa. Desde el principio me dijeron que tenía escasas oportunidades de jugar y que acabaría fuera del equipo. Eso me motivó mucho".

Su empeño por hacerse con un sitio en el equipo no le impidió graduarse con una nota media de notable en biología. El método de ‘facilitar’ los aprobados a los buenos
deportistas no sirve en Harvard donde ser brillante es casi un norma.

"No era fácil compaginar el deporte con los estudios. Entre los entrenamientos, las prácticas en el laboratorio y las clases hacía jornadas maratonianas de hasta diez horas sin parar. Había muchos alumnos que decidían dejar el deporte por la dificultad de  compatibilizarlo con los estudios".

Con la mente puesta en la escuela de medicina Cusworth no pensó nunca en dedicarse profesionalmente al baloncesto.

"Me divertía mucho jugando, pero nada más. Sin embargo, en el último año de la carrera fueron a verme ojeadores y entonces decidí centrarme algo más en el baloncesto".

Hasta ese momento el pívot del Breogán se imaginaba un futuro verde como las batas de los médicos, unas aspiraciones en la línea con las de sus compañeros de facultad.

"En Harvard hay básicamente dos clases de personas: empollones y deportistas. Yo tenía un poco de los dos".

Con la licenciatura de Biología en el bolsillo, Cusworth, decidió posponer su ingreso en la escuela de medicina y probar suerte en el baloncesto.

Su paso por un campus veraniego de la Las Vegas con los Golden State Warriors le llevó a Estonia donde jugó la pasada temporada. "Fue un cambio muy brusco pero me ayudó a madurar. Mi madre fue la que lo llevó un peor, por tenerme tan lejos".

En su segundo año de profesional ha recalado en Lugo. "Tenía muchas ganas de venir a España. Había estudiado castellano en el instituto".

Su madera de empollón se deja entrever en su español, casi perfecto, cuando no lleva ni un año en la ciudad. Sin embargo ni siquiera sus magníficos números en la LEB como el de jugador que más faltas recibe por partido —"no pueden pararme", comenta entre risas— le han hecho olvidar su verdadera vocación. "Cuande deje el baloncesto me haré médico".

Base a los 15, alero a los 16 y pivot a los 18 años
La primera vocación de Brian Cusworth fue el béisbol. El baloncesto llegó más tarde, ya en el instituto. El jugador norteamericano de 23 años comenzó jugando en la posición de base. Sin embargo, acabó de pívot. Los 30 centímetros que creció en el transcurso de los cuatro
años que dura el instituto forzaron su cambio de posición. "Con 15 años jugaba de base, a los 16 ya era alero y a los 18 pívot", explica el jugador del Leche Río Breogán.

Su estreno en el Breogán no fue precisamente para recordar. Una lesión a en el primer cuarto del primer choque de la Liga lo tuvo apartado de las canchas durante 2 meses. "Fueron momentos complicados para motivarme me puso el mote de ‘la bestia’ y solamente pensaba en regresar a las canchas", asegura el estadounidense.

Brian Cusworth compartió clases y promoción en Harvard con Mark Zuckerberg, creador de la famosa página web Facebook, hoy en día multimillonario. "Sé que compartimos algunas asignaturas pero no le conocí", concluye el pívot del Leche Río Breogán. 

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