El pasado no es sinónimo de atracción para el mediocentro del Lugo, Rubén García. El rojiblanco, que ascendió con el Éibar a Segunda división en 2007, no mostró una clara preferencia por jugar la primera eliminatoria ante los guipuzcoanos. «Me es indiferente», afirmó el de O Barco, que indicó que quizás hubiese «preferido el Éibar por la cercanía y por el campo, que no es de hierba artificial».
A pesar de que el césped de Ipurúa es del agrado de García, no lo son sus dimensiones. «Es más pequeño que el Ángel Carro, pero es un campo que a estas alturas del año suele estar muy bien y para nuestro fútbol es mejor que jugar en uno artificial», aseguró el de O Barco.
García tiene muy buenos recuerdos del Éibar, con el que logró el ascenso de categoría. «Tengo muy buenos recuerdos de ese año. Fue muy bueno para mí, porque conseguimos el ascenso y disfruté de muchos minutos».
