Noventa minutos condensarán toda una temporada. Noventa minutos, un rival en horas bajas enfrente y toda una grada de apoyo para el tirón definitivo hacia la meta. Tras casi diez meses de largo caminar, de mucho correr y poco descansar, el CD Lugo ya divisa la línea blanca que marca la llegada para el mayor de los retos de su historia. Los de Setién se encuentran a un solo paso de certificar la permanencia en Segunda División. Un triunfo que podría saber a poco para algunos, que es una obligación para otros, pero que es el Nirvana para un modesto equipo a la rivera del Miño.
Ya no hacen falta más cuentas. No es preciso impartir lecciones de álgebra y demostrar los profundos conocimientos en ecuaciones y variables. No es necesario sacar sesudas conclusiones de la clasificación, ni estudiar los calendarios propios y ajenos. Al grupo de Quique Setién le basta con un solo punto, un empate en cualquiera de los tres encuentros que faltan para el fin de la temporada para haber vencido la guerra.
La derrota del Murcia en Guadalajara sitúa en ocho puntos la distancia que separa al Lugo del último de los puestos de descenso, ocupado al alimón por el propio conjunto pimentonero y el Rácing de Santander. Sin embargo, el golaverage favorable para los lucenses con murcianos y cántabros permite que el ábaco no se equivoque y le llegue con una igualada este domingo (18.00 horas, TVG 2) ante el Sabadell para seguir perteneciendo a la categoría de plata un año más.
