El currante del Lugo

José Juan es uno de los porteros más en forma de Segunda División a base de trabajo y seriedad, dos cualidades que lo definen. El meta espera seguir teniendo minutos con Luis Milla
José Juan se lanza de puños en un amistoso ante el Deportivo
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Quizás hubiese sido más propio que José Juan hubiese nacido en Wädenswil, Suiza, y no Manu. El destino equivocó el origen con el portero del Lugo. No debió de haberse criado en Vigo, sino en el país helvético, donde la cultura del esfuerzo, la discreción, la sobriedad y el rendimiento constante es parte sólida de la comunidad. Porque José Juan ha hecho del trabajo duro y la mejora constante una virtud que le ha permitido convertirse en una de las estrellas del club rojiblanco desde hace tres años. Es el santo calvinista del equipo y de la grada del Ángel Carro.

"Siempre trato de hacer mi trabajo lo mejor posible y las cosas me están saliendo bien. La clave está en seguir entrenando día a día para seguir teniendo ese puntito que me permita seguir así", establece el portero de Vigo, para el que el término trabajo es casi como un mantra.

Cada año llegan nuevos porteros con un gran cartel como competencia. Primero fue Yoel, luego Dani Mallo y ahora Roberto. Cada temporada parece que José Juan será carne de banquillo, pero siempre es el que sale en el once de inicio.

"En pretemporada, cuando empiezo siempre trato de trabajar duro cada día. Me gusta trabajar fuerte y duro. Trato de hacer lo que me pide el entrenador y siempre acabo jugando muchos partidos. Lo que quiero es jugar mucho y el trabajo lo que te da es precisamente esas oportunidades", destaca el de Castrelos.

A pesar de que siempre ha tenido que esforzarse al máximo para ser el titular, su lucha es siempre sana, sin polémicas y con la ayuda constante a sus compañeros de portería. "La competencia siempre fue sana. Yo siempre trato de tener una gran sintonía con mis compañeros de portería y siempre ha sido una relación muy sana con todos. Yoel, Dani Mallo y Roberto son tres grandes porteros. Yoel es un portero que está ahora en Primera y Dani y Roberto tienen una gran trayectoria".

"Dani (Mallo) era un portero muy sobrio y con un gran juego aéreo, Yoel era muy ágil y rápido, como Roberto, que además tiene mucha experiencia. Los tres son grandes porteros y de todos aprendí", añade José Juan.

Con Roberto guarda una especial relación, ya que fueron compañeros dos años en Granada, donde el meta de Chantada fue el que se hizo con la titularidad en Los Cármenes. "En el Granada, con Roberto coincidimos dos años en Segunda y en Primera y Roberto jugó casi todo allí. Ahora se dan las circunstancias de que juego yo pero esto puede cambiar".

Entre sus principales virtudes está la agilidad, aunque desde que lleva en Lugo ha logrado mejorar otros aspectos, como el juego con los pies. "Los reflejos se entrenan día a día con el entrenador de porteros, Roberto Valeiro, que trata de que los mejoremos".

"Siempre se mejora en todos los aspectos. Desde que llegué a Lugo mejoré mucho mi juego con el pie, aunque mejoré en todos los aspectos de mi juego. Siempre se mejora", valora.

Otra de sus claves es mantener unos hábito saludables para estar en una gran forma física. "Mis hábitos suelen ser siempre los mismos, pero cada año estoy más delgado. No sé si son los hábitos alimenticios, que cada día los hago mejor, o es la edad y tratas de cuidarte más. Cada año bajo un kilo. No sé si tiene su lógica, pero cada año estoy mejor".

José Juan espera que el futuro sea igual que el presente. Su intención, seguir siendo hormiga, nunca cigarra.

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