El Comité Técnico de Árbitros de Galicia (CTAG) podría actuar de oficio en el caso de la agresión por parte del padre de un jugador infantil a un colegiado lucense el pasado sábado en el campo de O Polvorín y denunciar al agresor, que fue identificado por varios testigos y miembros de la directiva del Polvorín. Los abogados del comité gallego podrían pedir la aplicación de la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.
Esta ley tipifica como actos muy graves de los espectadores (artículo 22) los que se contemplan en el artículo 2 de la misma y entre el que estaría «la participación activa en altercados, riñas, peleas o desórdenes públicos en los recintos deportivos», caso que se podría aplicar a la agresión y al altercado producido por el padre del portero del infantil del Polvorín.
La pena que se establece para las infracciones muy graves es una multa de «60.000,01 a 650.000 euros» (artículo 24.1.c), así como la prohibición de acceso a recintos deportivos.
El pasado sábado, durante la celebración del encuentro de la promoción de ascenso a la Liga gallega infantil entre el Polvorín y el Milagrosa B, el colegiado Y.O.A.R., fue supuestamente agredido por W.G.C. en la cabeza al finalizar el encuentro, que terminó con victoria del Milagrosa B por 1-3.
El colegiado tuvo que ser escoltado por la presidenta del Polvorín y varios directivos hasta su caseta mientras que varios espectadores separaron y alejaron al posible agresor. El trencilla se dirigió posteriormente al Hula, donde se le hizo un examen médico que arrojó una contractura en el cuello.