El club Mustallar intentará hacer cumbre en el legendario monte Ararat

La muralla de Lugo llega hasta gran parte de los puntos del planeta. Incluso a aquellos donde el oxígeno es más bien escaso y el anhídrido carbónico puede jugar una mala pasada. El monumento se posó ya en el monte Kilimanjaro en el año 2004, en el Gran Atlas en 2005, en el monte Elbruz —la quinta montaña más alta del mundo, situada en Irán— en 2008 y dentro de una semana puede llegar hasta la cima del monte Ararat, el pico más alto de Turquía, de 5.165 metros.

El club Mustallar es el encargado de que la muralla viaje por todo el orbe, ya que siempre que logra culminar una escalada deja una réplica del monumento lucense en la cima. La próxima hazaña será en el Ararat, en la Anatolia turca. Una expedición formada por siete personas, cinco hombres y dos mujeres, intentarán pisar lo más alto del tercer cincomil al que se enfrentan los miembros del club lucense.

La planificación consta de tres o cuatro días de traslado hasta la zona en la que se encuentra el monte y seis días de ascensión. El primero de ellos subirán hasta los 2.200 metros, mientras que en el siguiente intentarán alcanzar los 3.200 para luego bajar la misma jornada como parte del proceso de aclimatación. Siguiendo los pasos estipulados, el próximo día 7 esperan estar a 4.200 metros para subir el día 8 hasta el punto más alto.

El presidente del club Mustallar y director de la expedición, Juan Tei, presentó este martes en el Concello de Lugo junto al concelleiro de Deportes, José Manuel Díaz Grandío, la hazaña. Tei aseguró que alcanzar lo más alto de esta montaña será "más fácil que otras que ya hemos hecho como el Elbruz, porque el Ararat está situado más cerca del ecuador y las condiciones son mejores; puede haber hasta un 20% o 25% menos de presión atmosférica y las previsiones meteorológicas son buenas". Por otra parte, las dificultades llegan porque en este monte no hay refugios. "Será necesario dormir en tiendas de campaña y comer de pie", relató.

Tei indicó que la última parte del recorrido la harán "por técnica alpina porque la nieve en esa zona es perpetua y tendremos que subir con cuerdas; el frío no es el problema, pero la niebla y el viento sí". También bromeó con la posibilidad de encontrar el arca de Noé por el camino ya que, según el Libro del Génesis, el arca se posó en una ladera tras el diluvio universal.

Díaz Grandío quiso agradecer al club Mustallar "la opción que da a Lugo de aparecer vinculada al mundo del montañismo". "Aparte de la actividad continuada durante todo el año, siempre nos sorprende con alguna actividad estrella", manifestó el concejal lucense.

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