El Leche Río Breogán sumó este miércoles en Huesca su sexta derrota consecutiva (79-74), tras quedarse seco en un último cuarto en el que dilapidó su ventaja renta y la opción de romper su mala racha en la LEB Oro. Se colapsó en ataque el conjunto de Lugo en esos minutos finales—apenas siete puntos anotados en nueve minutos—, lo que permitió a su rival recuperar el pulso en un encuentro en el que mandaba el Breogán (62-66) en el inicio del cuarto decisivo.
En esa fase, los locales, aupados por su público y su defensa, ahogaron a Oliver Arteaga —el mejor, casi el único del conjunto lucense— y sin el pívot referencia, el Leche Río se perdió en acciones individuales que no cuajaron. Mal final del encuentro y derrota que habla de los estados de ánimo. Los oscenses suman cuatro victorias consecutivas, seis derrotas un Breogán que primero falló en defensa y después en ataque. Así es difícil vencer.
El encuentro tuvo un arranque dubitativo por parte de los dos conjuntos. El Leche Río Breogán, aunque tardó un tiempo en activarse (5-1), empezó a funcionar de la mano de Eric Hayes.
La dinámica de igualdad sobre la pista se mantuvo durante los primeros compases del segundo acto. En el tercer periodo se mantuvo esa dinámica de intercambio de golpes, pero con mucha menos visión ofensiva en los dos equipos, estrellados ante sus carencias.
Esperanzador fue el arranque del último periodo, ya que parecía que el Breogán seguía firme con una triple de Camilo Riveiro para mandar de cuatro (62-66). Pero ahí se queda el equipo de Lugo sin remedio, sin alternativas correctas y sin soluciones para romper la defensa del Huesca.
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